La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) ha impuesto a 15 empresas multas que suman 118 millones de euros y ha sancionado a catorce de sus directivos con 666.000 euros por repartirse durante años concursos públicos convocados por el gestor ferroviario ADIF.

Las empresas sancionadas, agrupadas en tres cárteles diferentes, son Cobra (ACS), Elecnor, Siemens, Semi, Inabensa, Alstom, Cymi, Isolux, Electren, Comsa, Indra, Neopul, Telice, Eym y Citracc y el organismo supervisor ha activado, por primera vez, el procedimiento para prohibirles contratar con la Administración.

En un comunicado, la CNMC ha explicado que el expediente se inició después de que Alstom se acogiera al programa de clemencia, en virtud del cual los miembros arrepentidos de un cártel pueden quedar eximidos de multa o ver reducida su cuantía si denuncian al resto de miembros y facilitan pruebas en su contra.

Según la misma fuente, las empresas sancionadas participaron durante 14 años en tres cárteles para falsear la competencia en las licitaciones del AVE y del tren convencional.

Uno de los cárteles se creó para repartirse los concursos para la construcción, suministro, instalación y mantenimiento de sistemas de electrificación de líneas ferroviarias del AVE.

Otro se centró en manipular concursos para el mantenimiento de los sistemas de electrificación en líneas convencionales y el tercero en repartirse concursos públicos y privados para la construcción, suministro, instalación y mantenimiento de equipos electromecánicos en la alta velocidad.

La CNMC considera probado que Cobra, Siemens, Elecnor, Semi, Inabensa, Alstom, Isolux, Cymi, Comsa, Electren, Neopul, Citracc y Eym se repartieron 24 licitaciones, valoradas en 837 millones, para la construcción y mantenimiento de la electrificación del AVE durante 8 años (2008-2016).

Los acuerdos en ese cartel fueron evolucionando a lo largo del tiempo, desde abril de 2008 hasta marzo de 2016, en función de las licitaciones que se iban produciendo y de las empresas que participaban de la estrategia colusoria.

Entre esos acuerdos, la CNMC destaca los denominados "micro-macro", consistentes en repartirse a partes iguales la facturación y el margen de varias licitaciones a través de la constitución de diversas Uniones Temporales de Empresas (UTE), cuya composición se pactaba.

El cártel para la electrificación del tren convencional operó durante 14 años (2002 a 2016) con la participación de Elecnor, Cobra, Semi, Inabensa, Cymi, Alstom, Electren, Siemens, Telice y Eym, que se hicieron con 173 contratos por 134 millones.

En 2002, los directivos de las principales empresas del sector suscribieron un acuerdo para repartirse todas las licitaciones convocadas por Renfe para el mantenimiento de las subestaciones eléctricas en las líneas de tren convencional.

En el reparto de concursos para la construcción, suministro, instalación y mantenimiento de equipos electromecánicos en las líneas AVE, Alstom e Indra acordaron repartirse algunas licitaciones entre 2013 y 2015.

Para ello, presentaban sus respectivas ofertas, si bien una de ellas era de acompañamiento o cobertura y con el compromiso de que la adjudicataria subcontrataría a la no adjudicataria. En 2015 se sumó a tales prácticas Elecnor.

Estas compañías se repartieron, al menos, 7 contratos con un presupuesto de licitación de 84 millones de euros.