Cuatro héroes anónimos luchan día a día en distintas disciplinas. Con su trabajo contribuyen a mejorar la sociedad. Son Antonio Pérez, jefe del Servicio de Hemato-Oncología Pediátrica del Hospital Universitario La Paz; Sara Andrés, profesora de primaria y atleta paralímpica; Guillermo Martínez, creador de la ONG Ayúdame 3D; y Mireia Badia, CEO y cofundadora de Grow.ly.

Todos ellos han sido reconocidos por la empresa Calidad Pascual, que junto al Instituto Tomás Pascual Sanz han sido los organizadores de un acto en el marco del 50º aniversario de la compañía para reivindicar la importancia de los valores como base del negocio: pasión, cercanía, integridad, innovación y calidad. Ambas organizaciones tienen un objetivo común: mejorar la calidad de vida de la sociedad.

Mireia Badia apuesta por la economía colaborativa, por lo que decidió poner en marcha el proyecto Grow.ly, con el que ha conseguido conectar a pymes que necesitan financiación con inversores, de forma que ambos salen beneficiados. La emprendedora reconoce que la cercanía es un valor fundamental para la compañía, por eso debe comenzar a ponerlo en practica desde dentro de la empresa, con su equipo, trabajando mano a mano con el objetivo de transmitirla a los inversores.

Por su parte, Antonio Pérez considera la pasión fundamental para el día a día, en su lucha contra el cáncer infantil. Para el doctor la pasión es la fuerza que le mantiene con los ojos abiertos ante cada oportunidad y el impulso que le protege ante las adversidades. Además, este valor le da la energía desbordante que recibe cuando se vive en una constante cuenta atrás para salvar vidas humanas.

El ingeniero industrial Guillermo Martínez tenía una impresora 3D en el armario de su habitación y además de utilizarla para uso recreativo, pensó en buscarle otra función más social. Así surgió la ONG Ayúdame 3D, que tiene el objetivo de llevar prótesis humanas creadas en impresoras 3D a países en vías de desarrollo o a personas que las necesiten en cualquier parte del mundo. Guillermo reconoce: "Al final, innovar es todo, no hace falta tener grandes recursos si puedes ayudar a alguien y cambiarle la vida para siempre".

Sara de Andrés perdió los pies en un accidente cuando tenía 25 años. Después de un proceso de duelo, se dio cuenta de que todavía tenía muchas opciones en la vida y encontró en el deporte una pasión que antes desconocía. Para Sara el deporte es una herramienta de transmisión de valores como el afán de superación, el compañerismo y la salud. Para esta joven atleta el compromiso es un valor fundamental en su día a día.

En palabras del presidente de la empresa, Tomás Pascual, "si somos empresa es porque compartimos valores. Si recogemos materia prima, envasamos, transportamos, vendemos, lanzamos nuevos productos o nos relacionamos con la sociedad es porque entendemos que la empresa se desarrolla conforme a unos valores determinados".

Los valores hoy más que nunca son elementos diferenciadores de una empresa. Por ello, el presidente admite que "sin valores no hay empresa".