Después de que el pasado día 27 los pensionistas españoles cobraran los atrasos de la subida de las pensiones recogidas en los Presupuestos Generales del Estado (unos atrasos en los que se recogían las mejoras aprobadas con carácter retroactivo desde el 1 de enero de este año) este mes de agosto los jubilados españoles de toda índole ya disfrutan de la subida en sus pagas (la cobraron a finales de pasado mes de julio o a principios de este mes de agosto). Esta es la segunda vez que suben las pensiones en un año, tal y como destacó la Seguridad Social. En enero se abonó un incremento del 0,25 por ciento que provocó gran cantidad de manifestaciones en toda España y protestas de jubilados que criticaban la ridiculez de la subida y el gran esfuerzo que muchos de ellos tenían que hacer para sostener a sus familiares que se habían quedado en paro como consecuencia de la crisis económica.

La segunda subida que ahora se aplica es de un 1,35 por ciento y llega gracias al acuerdo que en su día firmaron el Partido Popular y el Partido Nacionalista Vasco antes de la moción de censura planteada por Pedro Sánchez (PSOE) y el cambio de gobierno. Gracias a este acuerdo las pensiones mínimas y las no contributivas subieron un 3 por ciento. No obstante, estas subidas no han sido adicionales al incremento del 0,25% en que aumentaron las pensiones a principios de este año, sino que ya incorporan dicho porcentaje.

Las viudas, las más beneficiadas

Las pensiones de viudedad han sido las que más han subido: un 7,7 por ciento, un dato que no se veía desde hace años. Y lo han hecho gracias al desbloqueo de una reforma, pendiente desde 2012, que modifica la fórmula de cálculo de tales pensiones. Pero este cambio tiene un efecto paradójico: sus requisitos hacen que muchas de las viudas con ingresos más modestos queden al margen de la mejora. El cambio consiste en lo siguiente: la pensión de viudedad era hasta ahora equivalente al 52% de la base reguladora, que varía según hayan sido las cotizaciones de la persona que ha fallecido; la única excepción hasta el momento correspondía a los beneficiarios con hijos menores de 26 años de edad a cargo, que cobran el 70% de la citada base de cálculo; desde el 1 de agosto, las viudas y viudos que cumplan ciertos requisitos pasan a cobrar el 56% de la base y desde 2019, el 60%.

Tal mejora alcanza al 21% de las 80.000 viudas asturianas, según una estimación divulgada por el PP cuando, estando aún en el Gobierno, pactó la reforma en los Presupuestos. El resto de las viudas quedan excluidas por el efecto de las condiciones que para beneficiarse establece el real decreto aprobado: Tener 65 años o más; no cobrar ninguna otra pensión pública española o extranjera; no disponer ingresos del trabajo, sea como asalariado o como autónomo, y no tener otros rendimientos (financieros, empresariales, alquileres...) que superen los 7.134 euros al año (o 8.322 si se tiene cónyuge).