La factura de la luz ha subido un 7,65 % este mes de junio -marcado por altas temperaturas y una ola de calor- respecto al mismo mes de 2016, aunque el aumento sobre la de mayo ha sido sólo de un 0,95 % para un consumidor medio acogido a la tarifa regulada o Precio Voluntario del Pequeño Consumidor (PVPC).

La factura eléctrica para un consumidor doméstico tipo -con una potencia contratada de 4,4 kilovatios y un consumo anual de 3.000 kilovatios hora (250 KWh al mes)- se ha situado en junio en 56,12 euros, frente a los 55,59 euros de mayo pasado y los 52,13 euros de junio de 2016, según los resultados del simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

El precio del recibo de la luz se ha reducido más de un 20 % desde enero, en que la factura para un consumidor tipo llegó a los 67,49 euros.

En el primer mes del año, los precios de la electricidad en el mercado mayorista, que determinan en torno a un tercio de la tarifa regulada, alcanzaron picos superiores a los 91 euros el megavatio hora (MWh), al disparase por la ola de frío, la escasez de viento y lluvia, y la subida del gas natural, que tuvo que emplearse más para producir electricidad ante la falta de generación eólica e hidroeléctrica, fuentes que son más baratas.

Este mes de junio los precios en el mercado mayorista han subido, pero no en la cuantía que lo hicieron en enero, y se han movido entre los 42 y los 56 euros, superando los 50 entre los días 13 y 26, periodo marcado por altas temperaturas y una ola de calor, aunque desde que bajaron el pasado día 28 se han moderado en el entorno de los 44 y los 45 euros.