El Ibex 35 ha cerrado la sesión de este martes con un retroceso del 0,6%, lo que ha llevado al selectivo a romper con cinco jornadas en positivo y a abandonar la cota psicológica de los 8.900 enteros (8.899,5) lastrado por la banca.

Tras prácticamente toda la jornada en positivo, el Ibex se ha dado la vuelta al conocerse que el índice ISM de servicios en EE.UU. ha registrado en agosto la mayor caída desde la crisis financiera, algo que podría afectar a la futura subida de los tipos de interés.

Ante estas perspectivas, los bancos españoles han cerrado en negativo, con Bankia (-3%) como 'farolillo rojo'. Tampoco han conseguido mantener el tipo Popular (-2,6%), Bankinter (-2,4%), Sabadell (-2,4%), Caixabank (-1,9%), BBVA (-1,8%) y Santander (-1,3%).

Por el contrario, IAG se ha erigido como el mejor valor de la sesión con un avance del 1,83%, seguido de Aena (+1,08%), Ferrovial (+0,82%), Técnicas Reunidas (+0,45%) y Red Eléctrica (+0,4%).

Salvo Telefónica, que se ha revalorizado un modesto 0,12%, el resto de los grandes valores se ha adentrado en pérdidas que han oscilado entre el 1,8% de BBVA y el 0,13% de Endesa. Santander ha recortado un 1,3%, Repsol un 1,2%, Iberdrola un 0,4% e Inditex un 0,3%.

De este modo, el selectivo español ha compartido la tendencia negativa con las principales plazas del Viejo Continente: Londres ha perdido un 0,8%, París un 0,2% y Francfort ha conseguido subir un leve 0,1%.

En el mercado de deuda, la prima de riesgo se ha colocado en 104,2 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 0,934%. Mientras, en el mercado de divisas, el euro se intercambiaba a 1,1226 dólares.

La tendencia alcista está próxima a su fin

El estratega de mercados de IG Daniel Pingarrón ha apuntado que el buen tono del sector bancario europeo en las últimas semanas, así como las subidas del petróleo "han sido las claves" para que las plazas del Viejo Continente superaran a Wall Street.

Sin embargo, ha advertido de que "ninguno de estos vectores resulta demasiado sólido" y ha adelantado que la ausencia absoluta de volatilidad en Wall Street "está próxima a su fin".

"Ni los bancos ni el petróleo han dado tampoco muestras de poder desarrollar tendencias alcistas de medio plazo, más allá de rebotes puntuales. Así que la tranquilidad actual podría estar próxima de terminar", augura el experto.

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