Canarias tiene gas y algo de petróleo, pero no son ni lo suficientemente buenos ni abundantes como para extraerlos. Ésta es la conclusión a la que ha llegado Repsol, que ayer anunció que abandonaba los sondeos iniciados el pasado 18 de noviembre con una fuerte oposición en las islas, cuyo Gobierno convocó incluso un referéndum sobre las prospecciones, aunque finalmente no se celebró porque lo suspendió el Tribunal Constitucional tras un recurso del Ejecutivo que preside Mariano Rajoy.

"El sondeo exploratorio ha confirmado que en el subsuelo de esta cuenca se han generado petróleo y gas, si bien los almacenes encontrados están saturados de agua y los hidrocarburos existentes se encuentran en capas muy delgadas no explotables", explicó Repsol en un comunicado.

Las prospecciones se realizaron en la llamada cuadrícula Sandia, a unos 60 kilómetros de las islas de Lanzarote y Fuerteventura. La multinacional petrolera tiene permiso para realizar sondeos en otras dos zonas, denominadas Chirimoya y Zanahoria. Pero según explicó ayer, "no se realizarán actividades de investigación adicionales en esta zona".

Es más, Repsol anunció que "durante la próxima semana se realizarán las labores de sellado del pozo continuando con los protocolos de seguridad más estrictos, conforme se ha desarrollado el sondeo en su conjunto".

Las prospecciones realizadas por Repsol en la cuadrícula Sandía llegaron a alcanzar el pasado 11 de enero una profundidad de 3.093 metros, de los que 882 correspondían a lámina de agua y el resto, 2.211, eran metros de subsuelo. "Con esa perforación se completó la recolección de datos de las formaciones geológicas atravesadas", explicó la compañía, que matizó que "tras el análisis de las muestras obtenidas, se ha concluido que hay gas (desde metano hasta hexano), pero sin el volumen ni la calidad suficientes para valorar una posible extracción".

El ministro de Industria, Energía y Turismo, el canario José Manuel Soria, calificó ayer de "mala noticia para España y para Canarias" el fracaso de las exploraciones de Repsol en su tierra. Incidió en que España es un país dependiente casi en un cien por cien de la importación de gas y de petróleo y que Canarias se habría beneficiado de manera especial de la actividad de hidrocarburos en la zona, ya que habría impulsado la economía y el empleo, algo especialmente importante para el archipiélago porque que su tasa de paro es del 33%, una de las más altas del país.

Sin embargo, el ministro considera que el resultado de los sondeos conlleva una parte positiva, pues "ha desmontado la enorme farsa que el Gobierno regional en Canarias había montado en torno a esa cuestión", por lo que le pidió que se disculpe ante la opinión pública de las islas por "la alarma y el miedo sembrado".

Nada más lejos de lo que ocurrió. El presidente canario, Paulino Rivero, afirmó que con el fracaso del sondeo "ha ganado el interés general y ha perdido el interés particular".

El buque "Rowan Renaissence", que hizo el sondeo, regresará a Angola para continuar con las prospecciones en aquel país.