El acuerdo sellado este martes por la Unión Europea (UE) para hacer posible la puesta en marcha del supervisor bancario único en la zona del euro retrasa una vez más la puesta en marcha de la recapitalización directa de la banca, al menos hasta marzo de 2014.

Los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) pactaron esta madrugada las bases legales que permitirán que el Banco Central Europeo (BCE) asuma, según el comisario europeo de Mercado Interior y Servicios Financieros, Michel Barnier, el 1 de marzo de 2014 las nuevas tareas de supervisión.

Sin embargo, el texto -al que ha tenido acceso Efe- no fija ninguna fecha precisa, aunque sí descarta que el supervisor esté operativo antes de marzo de 2014.

El ministro español de Economía, Luis de Guindos, consideró que este aplazamiento no es un "problema" para España, ya que el país ha obtenido un préstamo de 39.500 millones "con condiciones muy favorables" para sanear el sistema financiero español.

De Guindos recalcó que España "tiene todas las opciones abiertas", igual que para el resto de los países, aunque por el momento el Gobierno continuará trabajando con la asistencia financiera recibida de sus socios europeos "y a partir de ahí iremos viendo".

Por su parte, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, consideraba en declaraciones posteriores que desconoce si España podrá beneficiarse de la aplicación del acuerdo, aunque sea de manera parcial, y añadió que "lo que es evidente es que si no hubiera este (acuerdo), era imposible llegar a tiempo".

El nuevo retraso responde a las presiones de varios países, como Alemania, que buscaba dilatar la puesta en marcha del sistema de supervisión única, y supone de facto que la recapitalización directa de los bancos con dificultades también tendrá que esperar.

Sin embargo, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, aseguró que en el "caso improbable" de que un banco necesite ayuda en 2013, podrá ponerse bajo el paraguas del BCE, de manera que se allane el camino para la futura recapitalización directa.

Los líderes europeos establecieron en junio que la recapitalización directa de los bancos en dificultades a través del fondo europeo de rescate permanente (MEDE) no podría iniciarse hasta que el supervisor bancario estuviera ejerciendo su vigilancia de manera efectiva.

La entrada en vigor del supervisor bancario estaba prevista en un principio para el próximo 1 de enero, pero los líderes europeos retrasaron este calendario en la cumbre europea de octubre, sin llegar a fijar una fecha concreta para que Fráncfort empezara a ejercer sus nuevas tareas.

El acuerdo aprobado hoy introduce por primera vez en la legislación comunitaria el requisito de que los países que quieran beneficiarse de la recapitalización directa, tengan que presentar antes una solicitud de asistencia al fondo europeo de rescate permanente.

"Si el MEDE pide unánimemente al BCE que tome el mando de la supervisión directa de una institución de crédito, una sociedad financiera de cartera o una sociedad financiera mixta de cartera como una condición previa para su recapitalización directa, el BCE puede comenzar inmediatamente a llevar a cabo esta tarea", indica el texto.

Para la banca española este paso llegará tarde porque ya ha recibido el primer tramo de ayuda de 39.500 millones para la banca española nacionalizada y a principios de 2013 llegarán los aproximadamente 1.500 millones de euros para el resto de las entidades que necesitan ayuda.

Del primer tramo de ayuda 2.500 millones son para financiar al banco malo o Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb).

De Guindos celebró hoy la ampliación de capital de la sociedad gracias a las aportaciones económicas de la gran banca de 430 millones, pese a la ausencia destacada del BBVA.

"Tengo que mostrar mi satisfacción por la respuesta enormemente amplia" que ha tenido la llamada a participar en el Sareb, indicó De Guindos, quien confió en que en un futuro aumentará el número de inversores "tanto nacionales, como extranjeros" en el "banco malo".