El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, anunció hoy que la entidad monetaria va a aplicar medidas extraordinarias para afrontar las tensiones en los mercados financieros.

En la rueda de prensa tras la reunión del consejo de gobierno, Draghi explicó que el BCE diseñará en las próximas semanas "la modalidad de esas medidas no convencionales".

Según Draghi, "las primas de riesgo vinculadas a los miedos sobre la irreversibilidad del euro son inaceptables y deben ser afrontadas".

Por ello, aseguró que el BCE, "dentro de su mandato de mantener la estabilidad de precios a medio plazo y en el respeto de su independencia para determinar la política monetaria, podría realizar operaciones en el mercado secundario de un tamaño adecuado para alcanzar su objetivo".

Es decir, Draghi se mostró dispuesto a retomar el programa de compra de deuda de los países bajo mayor presión, pero lo condicionó a que antes el Estado en cuestión solicite la intervención en los mercados del fondo europeo de rescate. La compra de deuda por parte de ese fondo, recordó, lleva apareada una "estricta condicionalidad".

La disposición a intervenir en los mercados, según Draghi, se deriva del hecho de que las medidas de ajuste y las reformas que deben llevar a cabo los gobiernos para solucionar a largo plazo la situación "pueden llevar tiempo" y a que los mercados a menudo no reaccionan hasta que su éxito es claro.

Preguntado en rueda de prensa acerca de lo que significa "hacer todo lo necesario para preservar el euro" como afirmó el pasado jueves, recalcó que se trata de tener en cuenta toda una serie de medidas y asegurarse de que sean suficientemente amplias para lograr sus objetivos, y recordó que de momento ningún Estado miembro ha solicitado al FEEF que intervenga en el mercado de deuda.

Asimismo, incidió en que las opciones planteadas en esta reunión han contado con el respaldo de todos los miembros excepto uno de ellos, que ha mostrado sus reservas. Así, agregó que la decisión de hacer todo lo que sea necesario para preservar el euro ha recibido un apoyo unánime, mientras que el Bundesbank ha mostrado sus reservas sobre la compra de bonos.

"La idea es que ahora tenemos las orientaciones; el comité de política monetaria, el comité de riesgos y el comité de mercados trabajarán ahora en estas orientaciones y después tomaremos una decisión final en la que se tendrán en cuenta los votos", explicó.

Condiciones "suficientes y necesarias"

Uno de los anuncios que ha hecho Draghi tras esta reunión es que la institución podría realizar operaciones en el mercado abierto "en un tamaño adecuado" cuando sea necesario, bajo una condición estricta y siempre y cuando se cumplan unas condiciones "suficientes y necesarias".

Sin embargo, explicó que este nuevo programa diferirá del puesto en marcha con anterioridad y las compras de bonos se centrarán en el corto plazo de la curva de rendimiento, al ser un periodo de tiempo más coherente con las políticas monetarias clásicas del BCE.

Por otro lado, aseguró que no ha habido ningún aspecto concreto que haya hecha cambiar de opinión al BCE sobre la adopción de nuevas medidas no convencionales, sino "simplemente una sensación de empeoramiento de la crisis" y de una mayor fragmentación de los mercados.

En este sentido, Draghi incidió en que las primas de riesgo de algunos países de la eurozona están en niveles inaceptables y este problema debe ser abordado porque el euro "es irreversible". En su opinión, los gobiernos de la eurozona deben continuar con la consolidación fiscal y las reformas estructurales y estar listos para recurrir al mecanismo de rescate.