El Parlamento alemán (Bundestag) aprobó este viernes una resolución de la coalición de gobierno en la que apoya nuevas ayudas a Grecia pero con condiciones, como la exigencia de nuevas medidas de ajuste y la participación en el rescate de los acreedores privados.

El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, advirtió en el debate previo a la votación del grave peligro para Europa que representaría una insolvencia estatal griega.

"La situación en Grecia es grave y con ello también la situación en Europa", dijo Schäuble ante el Bundestag.

El siguiente paso para la ayuda a Grecia debe ser el desembolso de 12.000 millones de euros del fondo de rescate previsto para julio sin el que, señaló el ministro, habría peligro de contagio y de quiebra estatal con graves repercusiones en la Unión Europea (UE).

"Sin el siguiente desembolso, existe serio peligro de que Grecia caiga en la insolvencia con grave riesgo para la estabilidad del euro y amenazas de peso para el desarrollo global", dijo Schäuble.

Schäuble no quiso precisar el monto de un nuevo paquete de ayuda que los grupos parlamentarios de la coalición de gobierno se mostraron hoy en principio -con la aprobación de la resolución- dispuestos a respaldar.

Antes del debate, se había hablado de que Grecia necesitará hasta 2014 capital de entre 90.000 y 120.000 millones de euros pero eso no implica que todos ellos deban ser cubiertos por un nuevo paquete de ayuda europea ya que este debe ser complementado por ingresos de privatizaciones y aportaciones de inversores privados.

Schäuble ha sugerido una participación en el rescate de los acreedores privados, a través de un prolongación de siete años del plazo de vencimiento de los títulos de deuda soberana.

A ese respecto, Schäuble afirmó que el gobierno alemán se toma "muy en serio" las reservas del Banco Central Europeo (BCE) sobre una participación de los inversores privados y añadió que un grupo de trabajo buscará fórmulas para evitar que la misma tenga repercusiones graves en los mercados financieros.

No obstante, el ministro insistió en que una distribución justa de las cargas y los riesgos entre el sector público y el sector privado es fundamental para que el paquete de rescate tenga aceptación por parte de los países que contribuyan a éste.

Además del llamamiento a la participación de los acreedores privados, algunos sectores de la coalición exigen más esfuerzos de consolidación de parte del gobierno griego.

Ante todo dentro del Partido Liberal (FDP), socio minoritario de la coalición de gobierno, hay temores de que, como señaló hoy ante la prensa su secretario general Martin Lindner, se convierta en un "saco sin fondo" si no se aplican consecuentemente los programas de ajuste.

El líder de la oposición en el Parlamento, Frank Walther Steinmeier, mostró también el respaldo del Partido Socialdemócrata (SPD) a un segundo paquete de ayuda.

"Los socialdemócratas no vamos a huir de nuestra responsabilidad", declaró Steinmeier aunque luego exigió como contraprestación mayor transparencia del gobierno sobre las posibles opciones.

Por parte de Los Verdes, el experto en Finanzas del grupo parlamentario, Fritz Kuhn, se mostró partidario de una reestructuración de la deuda griega y criticó la resolución de los partidos de gobierno porque, con las condiciones impuestas, deja abierta la posibilidad de decidirse en contra de nuevas ayudas a Grecia.

Kuhn advirtió de que, pese al coste que puede tener para el erario público la ayuda a Grecia, una quiebra estatal tendría a la postre un costo mucho mayor para Alemania.