El Gobierno no eliminará la ultraactividad de los convenios cuando éstos caduquen, lo que supone dejar este aspecto tal y como está en la reforma de la negociación colectiva. Tampoco habrá novedades en lo que respecta al sistema para establecer las subidas salariales. Lo que sí hará será facilitar la flexibilidad interna en las empresas, en la jornada laboral y en las condiciones salariales. Eso sí, articulada de forma «dialogada». Para ello intentará impulsar los mecanismos de mediación y arbitraje para solucionar los conflictos, pero en esta cuestión se enfrenta a un grave problema legal, ya que imponer este sistema sería inconstitucional. Así que tendrá que ser recogido explícitamente en los convenios o ser aceptado por ambas partes cuando surja un conflicto.

Los acuerdos que patronal y sindicatos habían alcanzado respecto de las mutuas y el control del absentismo tampoco se incluirá en la reforma de la negociación colectiva que el Gobierno prevé aprobar el viernes.

El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, inició ayer una ronda de encuentros con los grupos parlamentarios de la oposición para discutir las líneas de la reforma de la negociación colectiva. El objetivo es recabar la opinión de los partidos de cara a una posible tramitación del real decreto como proyecto de ley. El ministro ya se reunió con el portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Durán i Lleida, y con los diputados del PNV Pedro Azpiazú y Emilio Olabarría. También preveía un encuentro con el grupo parlamentario de ERC-IU-ICV.