Los ex comisarios europeos reciben de Bruselas una compensación anual de al menos 96.000 euros durante los tres años siguientes al abandono del cargo, para que «tengan tiempo de encontrar un trabajo tras su mandato» que no implique un conflicto de interés con su antigua función. No obstante, esta indemnización se mantiene incluso si encuentran empleo, siempre que su salario no supere los 20.000 euros que cobraban cada mes cuando eran miembros del Ejecutivo comunitario.

Dieciséis ex comisarios se benefician de esta prestación y uno más que tenía derecho a ella ha renunciado a cobrarla. El ex comisario de Mercado Interior Charlie McCreevy y el ex responsable de Pesca Joe Borg son los que reciben una compensación mayor, de 11.000 euros al mes, según «Financial Times Deutschland», el diario que ha destapado los pagos. Y ello a pesar de que McCreevy trabaja para Ryanair y Borg ha sido contratado por una consultora.