El jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, presentó este martes a varios de los principales inversores institucionales de EEUU las decisiones "difíciles y complicadas" tomadas por su Gobierno como muestra de su "firme determinación" de lograr una economía competitiva.

En su segunda jornada en Nueva York, Zapatero compartió un desayuno de trabajo con los máximos responsables de bancos, fondos de inversión y aseguradoras como Soros, Citigroup, Morgan Stanley, Goldman Sachs, Prudential, Metlife o Blackrock o Paulson and Co., algunos de los cuales tuvieron un destacado papel en la reciente crisis de las deudas soberanas en Europa.

Ante ellos, Zapatero recordó la evolución de la crisis financiera hacia una crisis económica y su impacto posterior en la deuda soberana debido a comportamientos especulativos, pero, según apuntaron fuentes del Gobierno, los ejecutivos no recogieron el guante y la conversación, de dos horas, tuvo un tono "sosegado" y sin críticas.

Zapatero, según estas fuentes, "hizo sus deberes" en este encuentro preparado por el Tesoro español, en la que los inversores se interesaron por el mercado de las infraestructuras, el sector de las energías renovables, la reforma laboral y la evolución de la deuda.

Tras esta reunión, mantuvo un encuentro privado con un pequeño grupo de estos inversores, del que no trascendieron detalles, y se entrevistó con el consejo editorial "The Wall Street Journal", una cita interesante, según las fuentes del Gobierno, por el carácter crítico y neoliberal del diario.

En la agenda se incluyó también un encuentro con Paul Volcker, ex presidente de la Reserva Federal y asesor especial del presidente estadounidense, Barack Obama.

Zapatero reconoció ante los inversores que el Gobierno ha tenido que afrontar decisiones difíciles para que ellos y los mercados valoren su determinación de lograr que el proceso de expansión vivido por la economía española en el pasado sea "el futuro inmediato" y permita volver a crear empleo.

Según explicó, la situación en España y la zona euro se caracteriza ahora por "el inicio de la recuperación y la vuelta a la estabilidad financiera", tras la crisis de la deuda soberana de mayo y junio.

Flanqueado por su ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y por el director de su Oficina Económica, Javier Vallés, presentó el "amplio" capítulo de reformas emprendido para superar los desequilibrios acumulados en el ciclo expansivo vivido por España en los últimos quince años.

Entre los puntos positivos, destacó el nivel "razonable" en el que se sitúa la deuda pública, veinte puntos por debajo de la media europea, pero no ocultó que el déficit alcanzó cifras "muy altas" a finales del año pasado (más del 11 por ciento del PIB).

Vinculó ese déficit con los estímulos fiscales puestos en marcha para contrarrestar la crisis, originada "especialmente por la quiebra de determinadas instituciones en Estados Unidos y Europa".

Zapatero dejó claro que la etapa de gasto público se ha terminado y calificó de "ambicioso" su plan de reducción del déficit para situarlo en 2011 en el 6 por ciento del PIB y en 2013 en el 3 por ciento.

Destacó así la rebaja del 5 por ciento de los salarios públicos -"no ha sido fácil", reconoció-, la reducción de la inversión en infraestructuras y la congelación de la revalorización de las pensiones.

España, añadió, se encuentra también en pleno debate para reformar las pensiones y retrasar la edad de jubilación, ya que, aunque el sistema "goza de buena salud", por la evolución demográfica dentro de diez años ejercerá una fuerte presión sobre los recursos públicos.

Zapatero recordó también la publicación de los test de resistencia del 95 por ciento de las entidades financieras españolas, la mejor prueba, a su juicio, de la solvencia del sistema, y destacó los avances hacia un gobierno económico europeo con "una mayor disciplina y exigencia".

A la reunión, celebrada en la residencia del embajador español ente la ONU, asistieron también los máximos responsables de Bridgewater Associates, Travelers, Wellington Management Co., KKR y TIAA Cref.

Fuentes del Ejecutivo destacaron su interés por el sector de las infraestructuras, momento en el que Zapatero repasó los planes en marcha y el proyecto de privatización parcial de los aeropuertos.

Dado que muchos de estos fondos tienen también intereses en las energías renovables, les explicó el proceso de racionalización de las primas para evitar excesos, en referencia al sector fotovoltaico.

Los inversores preguntaron asimismo por las inversiones chinas en deuda española, una apuesta "muy satisfactoria" para Zapatero.

"Beautiful piece of conversation", resumió a su salida George Soros