El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, calificó este martes de "coyuntural" la congelación de las pensiones contributivas en 2011 y la justificó en la necesidad de recortar el déficit para salir cuanto antes de la crisis.

En respuesta a una interpelación de la senadora del PP Araceli Peris sobre el futuro de las pensiones, Corbacho rechazó que esta medida suponga una ruptura del consenso del Pacto de Toledo, acuerdo parlamentario que desde 1995 se traduce en una serie de recomendaciones para garantizar el futuro de las prestaciones.

Al respecto, expresó el compromiso del Gobierno de respetar lo que el Pacto de Toledo acuerde nuevamente esta legislatura.

Según explicó Corbacho, el guión que maneja el Gobierno para reformar las pensiones -la idea es que el proyecto de ley esté antes de final de año- es el de primero esperar a las recomendaciones del Pacto de Toledo; segundo, debatirlas con los partidos y los agentes sociales y, tercero, trasladarlas a una ley.

Debido a que, en su opinión, la congelación de las pensiones ha servido para estabilizar el mercado de deuda pública, descartó que el Gobierno vaya a dar marcha atrás.

La senadora Peris le respondió que con esta decisión el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hace recaer el ajuste de la crisis en los "más débiles".

Peris puso en duda que la congelación se limite sólo a 2011 y dejó entrever la posibilidad de que, en el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2011, también se fije la no revalorización de las prestaciones.

En su opinión, hay otras medidas para ahorrar los 1.500 millones que espera lograr el Gobierno al no subir las pensiones el año que viene.

Entre ellas Peris citó reducir el número de asesores de Zapatero y de ministerios "inútiles", racionalizar el gasto corriente público e incrementar los ingresos con la "mejor política social que hay hasta la fecha" y que es crear empleo, pero el Gobierno es incapaz de hacerlo, denunció.