La Unión Europea revisará a partir de 2011 los presupuestos nacionales de los Estados miembros antes de su aprobación parlamentaria para detectar posibles desequilibrios y prevenir futuras crisis de deuda. Esta reforma, sobre la que ya se logró un acuerdo político el pasado mes de junio, fue aprobada formalmente ayer por los ministros de Economía de los Veintisiete.

Desde el año que viene, los Estados miembros deberán presentar a Bruselas durante el mes de abril su planes presupuestarios y reformas previstas para el ejercicio siguiente. Para elaborarlas, deberán basarse en las prioridades económicas que se decidan en la UE en marzo. Estos proyectos presupuestarios serán examinados por la Comisión y por el Ecofin en junio y julio de cada año, antes de su aprobación en los parlamentos nacionales, lo que permitirá introducir correcciones si la UE detecta desequilibrios o incoherencias importantes.

El presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, explicó que la UE no examinará los presupuestos nacionales en detalle, sino que se limitará a revisar las principales hipótesis que sostienen las cuentas públicas, como la previsión de crecimiento o inflación, así como los principales agregados, como el total de ingresos y de gastos y los objetivos de déficit.

Por otro lado, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, anunció ayer que si España crea finalmente una tasa a los bancos porque así lo aprueba la UE sus ingresos se destinarán a financiar los presupuestos y no a constituir un fondo de resolución para liquidar a las entidades con problemas, como ha propuesto la Comisión. Los ministros de Economía de la UE han expresado una «opinión favorable» a la creación de esta tasa para que sean las entidades y no los contribuyentes los que se hagan cargo de los costes.