El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, aseguró hoy que nunca se ha sentido desautorizado en el desempeño del cargo, aunque haya podido tener discrepancias con otros miembros del Ejecutivo, a lo que añadió que no deja el ministerio porque se haya encontrado a disgusto en él.

En una entrevista en Antena 3, Corbacho, que concurrirá a las elecciones al Parlamento catalán, recordó que siempre dijo que "más tarde o más temprano" regresaría a Cataluña para incorporarme a la política "activa" y explicó que, en su opinión, ahora es el momento adecuado para hacerlo.

Tras reconocer que le ha tocado estar "en el peor sitio en el peor momento" debido a la crisis, aseguró que no deja el ministerio porque se sintiera mal en el cargo, sino porque "las elecciones son ahora" y tenía que tomar la decisión.

El ministro explicó que cuando comunicó su decisión al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y al presidente la Generalitat, José Montilla, ambos le dijeron que ésta les parecía "razonable".

Corbacho insistió en que dejará el Ministerio cuando la Junta Electoral publique las listas para los comicios, lo que calculó que podría producirse a comienzos de noviembre, por lo que, a priori, "aguantará" al frente de Trabajo hasta la huelga general convocada para el 29 de septiembre.

Aseguró que realmente se sentirá "alegre y aliviado" el día que lea la noticia que diga que la crisis ha acabado en España y que la economía comienza a crecer y a generar empleo, algo que a él le habría gustado comunicar.

"He intentado hacer frente a la situación de dificultad, pero no me siento defraudado. Para mi es un honor y un orgullo haber podido ser ministro de España durante dos años y medio", afirmó Corbacho.

Respecto a su afirmación de que los niveles de empleo anteriores a la crisis tardarán 3 ó 4 años en recuperarse, "si no se tuercen las cosas", apuntó que en la actual situación la evolución a futuro no sólo depende de España, sino de cómo se recupere la economía internacional.

En cuanto a la huelga general, Corbacho aseguró respetarla y consideró que si las encuestas auguran una baja participación ciudadana es porque, aunque las actuales circunstancias económicas en España y Europa son "enormemente graves", no son las que la gente entiende necesarias para una protesta de este tipo.

El ministro pidió que el día 29 los trabajadores que quieran ejercer la huelga puedan hacerla con toda libertad y que los que no quiera secundarla puedan ir al trabajo.