El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, admitió ayer en una reunión de la ejecutiva federal del PSOE el fracaso de las políticas activas de empleo, cuyos resultados, afirmó, no se corresponden con la elevada inversión de 50.000 millones de euros que se han destinado a ellas. Por eso quiere negociar el modelo tras la huelga del próximo día 29. Este reconocimiento coincide con las negociaciones con el PNV para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado para 2011, y lograr la transferencia inmediata de las políticas activas de empleo que es precisamente una de las reivindicaciones de los peneuvistas. La lucha contra el paro y la reforma de las pensiones son, para la cúpula socialista, los dos grandes retos más inmediatos.

La ejecutiva federal del PSOE analizó ayer la situación económica de España, en la que se valoró positivamente la recuperación de la confianza interna, con una mejoría de los indicadores de consumo, y también en los mercados, como revela que España pueda colocar deuda sin complicaciones a tipos de interés más bajos y que, según fuentes socialistas, los bancos españoles ya puedan acceder a créditos de otras entidades financieras internacionales. Los socialistas atribuyen esta mejoría, según las mismas fuentes, a que son las distintas reformas que se están poniendo en marcha las que generan esa confianza. De ahí que sea necesario, señalaron, desarrollar la reforma laboral y la Ley de Cajas.

Pero en este marco de mejoría, el Presidente del Gobierno, y secretario general del PSOE, destacó dos grandes retos inmediatos: la lucha contra el paro y la reforma de las pensiones.

En el caso de las pensiones, y siempre según las mismas fuentes socialistas, el objetivo es que en el marco del Pacto de Toledo se presente un primer documento antes del 31 de octubre, para que el definitivo esté perfilado antes de que finalice el año.

Más complicado, a primera vista, será resolver el fracaso de las políticas activas de empleo, como reconoció el propio Zapatero en dicha reunión. «El Presidente expresó gran preocupación por los malos resultados en políticas activas de empleo, a las que se han destinado más de 50.000 millones de euros», afirmaron fuentes socialistas. «Los resultados que se obtienen no se corresponden con el esfuerzo económico», constató Zapatero ante su ejecutiva. El objetivo, avanzó el Presidente, será negociar la reforma de las políticas de empleo con las comunidades autónomas y las organizaciones sindicales para buscar soluciones y fórmulas que permitan dar un giro y mejoren los resultados. En todo caso estas negociaciones serán después de la huelga del día 29.