La empresa galletera Gullón, que vive un dramático culebrón de enfrentamientos entre la ex presidenta de la sociedad y su hija, por un lado, y sus tres vástagos varones y dos cuñados, por otro, protagonizó una nuevo episodio sorprendente en esta truculenta historia con la celebración de su junta general de accionistas en el interior de un coche Mercedes situado a las puertas de la sede social de la compañía, en Aguilar del Campóo (Palencia).

La asamblea, convocada judicialmente, se celebró con la presencia de la ex presidenta de Gullón, María Teresa Rodríguez Sainz-Rozas; su hija, Lourdes Gullón, y el ex director general de la empresa Juan Miguel Martínez Gabaldón, quienes en conjunto controlan el 80,25% del capital de la empresa. También asistió un notario.

El objetivo de la junta era retomar el control de la compañía al margen de los tres hijos varones y los dos hermanos de la ex presidenta y primera accionista. Estos controlan el consejo y suspendieron la celebración de la junta, amparándose en defectos de forma, por lo que impidieron que la asamblea se celebrase en la sede de la empresa. Ante la imposibilidad de acceder al edificio, custodiado por un guardia de seguridad por órdenes de Félix Gullón, actual director de la galletera, María Teresa Rodríguez decidió celebrar la junta habilitando un Mercedes como improvisado centro de trabajo, y bajo la supervisión de la notaria de Aguilar de Campóo, que levantó acta de la imposibilidad de acceder a la sede social de la empresa, así como de la celebración de la junta, informaba ayer La Razón.