Madrid,

El producto interior bruto (PIB) español retrocedió el 1,8 por ciento desde finales de 2008, según las estimaciones avanzadas ayer por el Banco de España. Hay que remontarse a 1960, hace casi medio siglo, para encontrar un precedente de una contracción tan severa de la economía nacional en un solo trimestre. En un contexto internacional sin señales verdaderamente consistentes de recuperación, el paro, la caída del consumo y de la inversión y la desconfianza han llevado a la economía nacional a un lugar que ha vuelto a dejar obsoletas las previsiones del Gobierno. Y la capacidad de maniobra del Ejecutivo para contrarrestar la crisis con medidas presupuestarias es ya «escasa» debido al deterioro de las cuentas públicas, avisa además la institución que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

La Reserva Federal de EE UU lleva semanas lanzando el mensaje de que en la economía estadounidense se vislumbran luces que indican el final del túnel de la recesión. Su homólogo español, el Banco de España, no parece verlas a escala nacional. El informe de abril sobre la marca del país hace mínimas concesiones al optimismo que por su cuenta intentan inocular los gobernantes españoles. Se constata una «fuerte contracción» del consumo de los hogares, dañados por la también «fuerte desaceleración de la renta disponible», reflejo a su vez del «intenso deterioro del empleo».

«La riqueza de las familias se contrajo y la confianza se mantuvo en niveles muy deprimidos ante el empeoramiento de las perspectivas macroeconómicas generales, lo que contribuyó a retraer los planes de gasto de los hogares más allá de lo que justificaría la desaceleración de la renta», señala el informe. Esto es, el desempleo está dañando la renta familiar y entre los hogares que sí pueden consumir se ha intensificado la tendencia al ahorro (la tasa de ahorro está ya en el 13 por ciento de la renta y el consumo ha caído el 3,3 por ciento interanual).

El Banco de España advierte de que la recesión española se ha agravado por un entorno internacional «severamente recesivo» y en el que el grado de tensión financiera se ha mantenido en niveles «elevados», a lo que hay que unir el empeoramiento del comercio internacional. Además se señala que la industria y la construcción agudizan sus problemas por la crisis, que afecta también ya a los servicios y al turismo.

El resultado es que España decreció en tres meses el 1,8 por ciento y el 2,9 por ciento en relación a principios de 2008. Por el lado positivo, el Banco de España cree «remoto» el riesgo de deflación pese a la caída de los precios en marzo.

La Fed mantiene sin cambios los tipos y reconoce que la economía de EE UU mejora

La Reserva Federal mantuvo hoy sin cambios los tipos de interés de referencia en Estados Unidos e indicó que el panorama económico del país ha experimentado una «modesta» mejoría en las últimas seis semanas. Al término de su reunión de dos días, el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (Fed) señaló que es probable que la economía se mantenga todavía débil durante algunos meses, y advirtió su preocupación por una posible deflación.

Los gobernadores regionales de la Fed miembros de ese Comité decidieron por unanimidad mantener el interés interbancario a corto plazo entre el 0 y el 0,25 por ciento, y anticiparon que «es probable que las condiciones económicas requieran niveles excepcionalmente bajos de interés para los fondos federales por un período prolongado». «Aunque el panorama económico ha mejorado modestamente desde la reunión de marzo, en parte como reflejo de una cierta relajación de las condiciones del mercado financiero, es probable que la actividad económica siga siendo débil durante un tiempo», reza el comunicado. Por otra parte y a la luz de «una creciente debilidad de la economía en Estados Unidos y en el exterior, el Comité espera que la inflación se mantenga baja», añadió. Agregó que, «de hecho, el Comité percibe cierto riesgo de que la inflación pueda persistir durante un tiempo en tasas por debajo de las apropiadas para alentar el crecimiento económico y la estabilidad de los precios a largo plazo».

La mayoría de los analistas económicos del sector privado coincidió en que las condiciones han mejorado en semanas recientes y esperan que la contracción se reduzca a un ritmo anual del 2 por ciento en el segundo trimestre.