Washington

Los economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) echaron tierra encima ayer sobre las más o menos tímidas expectativas de recuperación de la economía internacional que algunos gobiernos ya creen vislumbrar. El organismo opinó ayer que el Mundo camina en 2009 hacia un deterioro de la actividad económica si parangón desde la II Guerra Mundial y pronosticó que tanto Europa como EE UU o Asia tendrán un comportamiento peor del previsto. Para el caso de España, el FMI se aleja de los cálculos del Gobierno y se aproxima a los pronósticos más pesimistas: el PIB decrecerá el 3 por ciento en 2009 y el 0,7 por ciento en 2010, año en el que la tasa de paro podría rondar el 20 por ciento.

El Ejecutivo español mantiene vigente la previsión que ya revisó a la baja en enero: espera que en 2009, presumiblemente el año más duro de la recesión, la economía nacional caiga el 1,6 por ciento. El pronóstico del FMI casi duplica ese cálculo, al tiempo que conjetura que será un año «muy difícil» para la banca española, con fusiones inevitables de algunas cajas de ahorros por su dependencia del sector inmobiliario y caídas del 15 por ciento en los precios de la vivienda. La previsión del PIB español se revisa para peor, pasando de una caída del 1,7 por ciento que preveía en enero, a una estimación del 3 por ciento y a una tasa de paro del 17,7 por ciento que en 2020 podría llegar al 19,3 por ciento. El FMI habla de la «más profunda recesión global desde la Gran Depresión». Prevé que la caída de EE UU llegue al 2,6 por ciento y que el conjunto de la zona euro sufra un retroceso el 4,2 por ciento, donde cae España, pero también lo hacen tanto o más el resto de las economías más relevantes del continente: la recesión en Alemania llegará al 5,6 por ciento, Italia al 4,4 por ciento y Francia al 3 por ciento. Para Japón, el FMI augura una contracción del 6,2 por ciento.

Vigilar a los bancos

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió en la jornada de ayer de la «vulnerabilidad» de las cajas españolas debido a su dependencia del sector inmobiliario y de la consecuente «estrecha vigilancia» que requieren en estos momentos de crisis financiera. Además, el órgano internacional dijo que a pesar de que la banca española «ha resistido bien el primer impacto de la crisis mundial gracias a una regulación prudente», el entorno operativo cada vez «es más difícil debido a la desaceleración profunda y prolongada».

En un informe sobre España, la institución dirigida por Dominique Strauss-Khan afirmó que recibe con satisfacción el aumento de la aceptación de las fusiones interregionales, además de considerar que un «mayor uso de las acciones de participación», si fuera necesario, reforzaría los balances. Incluso, afirmó que los bancos españoles están sujetos a presiones, al mismo tiempo que están aumentando los préstamos dudosos debido a la desaceleración del mercado inmobiliario y por el aumento del desempleo.

Por último, aconsejó adoptar planes de contingencia para aumentar el capital en caso de riesgo sistemático, considerando oportuna la disposición de las autoridades a actuar según sea necesario, especialmente con soluciones basadas en criterios de mercado y complementadas con el suministro de capital.

La CECA pide al Gobierno un plan para posibles «catástrofes»

El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, reclamó al Gobierno un plan para el sistema financiero que prevea la posibilidad de riesgos «catastróficos», aunque matizó que la posibilidad de que se materialicen es «bajísima». Su homólogo de la patronal bancaria (AEB), Miguel Martín, descartó, por el contrario, que vaya a haber «catástrofes» en el sistema financiero español y consideró que los Fondos de Garantía de Depósitos «han funcionado muy bien» y son «suficientes».