Madrid

El ex presidente del Gobierno José María Aznar abogó ayer por que España empiece a plantearse una reforma «seria» de su mercado laboral. Y es que según el que fuera inquilino de La Moncloa, «no es conveniente» ni «razonable» retrasar más esta cuestión cuando España «envía a más de 7.000 personas diariamente al desempleo». Para ello, propuso a Europa, y especialmente a España, la existencia de más empresas privadas competitivas, una mayor austeridad en el gasto público y mercados más flexibles, «incluido el laboral», entre otras medidas.

En una jornada de debate, en la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) que preside, Aznar hizo un análisis de los retos a los que se enfrenta Europa ante la actual «recesión» económica y consideró que tanto España como la UE deberían sostener su política de empleo y protección social en tres pilares. Como el primero de ellos, apuntó a una «mayor flexibilidad en el mercado de trabajo». En segundo lugar colocó un aumento de la protección social para los desempleados, «orientada a su formación». Y por último abogó por el «establecimiento de un régimen de derechos y deberes estrictos que incentive la búsqueda de empleo».

No obstante, negó que esta crisis económica y financiera actual pueda equipararse a la Gran Depresión del 29, como apuntan algunos. De hecho, añadió que algunos «enfoques catastrofistas» han llegado a comparar las consecuencias de la caída de Wall Street para la economía libre con lo que supuso el derribo del Muro de Berlín para el comunismo.

Aznar defendió que Europa, y en particular España, empiece a hablar sobre reformas «en las cuentas públicas, en los sistemas de salud, de pensiones y en el Estado de Bienestar», porque «ni el nivel de las cuentas públicas ni la gestión de muchos sistemas se puede mantener en el futuro».

Aznar abogó por la existencia de «menos empresas públicas» y más privadas competitivas así como «menos competencia desleal con la empresa privada y más funcionamiento correcto del mercado único europeo». También apostó por una «mejor» y «no más regulación económica»; «no más intervención pública sino mejor de control y supervisión»; una «supervisión financiera mejor»; «economías abiertas al mundo y mercados flexibles, incluido el laboral». Según señaló, esta última seria una exigencia fundamental en el caso de España.

Estas medidas deberían complementarse, en su opinión, con rebajas de impuestos, especialmente a las pequeñas y medianas empresas y a las familias con «menor carga tributaria» y con una «gran apertura del comercio mundial".

Con acuerdo

Por otro lado, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, sobre las declaraciones del ex presidente José María Aznar apelando a una reforma laboral que flexibilice el mercado, indicó que desconocía las palabras del ex jefe del Ejecutivo pero que el PP defiende una reforma del mercado laboral consensuada con patronal y sindicatos, así como dar un impulso a la contratación indefinida en España.

Asimismo, De Cospedal calificó de «inaudito» que el presidente del Gobierno «descalifique» las declaraciones sobre el futuro de las pensiones pronunciadas por el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, alegando que suelen estar basadas en «análisis superficiales».