Oviedo.- Jerome Kerviel, el broker que esta semana ha hecho tambalear los mercados bursátiles, cobraba 100.000 euros brutos al año por su trabajo en Société Generale pero su paso por la entidad le ha dejado al banco francés un agujero de 4.900 millones de euros. Este operador, de 31 años, fue capaz de crear una empresa paralela, supuestamente "hackeando" ordenadores y usando contraseñas de sus compañeros, para eludir los controles internos del banco y poder llevar a cabo arriesgadas inversiones en los mercados. Los analistas económicos consultados por este diario dudaban ayer de que un solo trabajador hubiera sido capaz de producir ese fraude.

El presidente de la Société Generale, Daniel Bouton, dio a conocer públicamente esta semana el agujero económico que presumiblemente había provocado el trabajador y anunció también que la entidad, la tercera mayor de Francia tras BNP Paribas y Crédit Agricole, había perdido otros 2.000 millones relacionados con el desplome de los mercados financieros y la crisis hipotecaria de Estados Unidos. Pese a todo el banco anunció un balance positivo en 2007 de 800 millones.

l ¿Cómo es el hombre de los 4.900 millones de euros? Los compañeros de Kerviel le definen como un experto en informática. De hecho, habría sido capaz de eludir los controles de la empresa usando las contraseñas de antiguos compañeros de trabajo.

Ingresó en el banco en 2002 tras haber cursado un máster en finanzas en la Universidad de Lyon. Hasta hace dos años se encargaba de las labores administrativas, pero en 2005 fue promocionado a un puesto desde el que tenía acceso a operaciones de cierta cuantía. Sus conocimientos de informática le permitieron crear una empresa paralela para encubrir sus operaciones fraudulentas mediante la cual realizaba transaciones ficticias.

La entidad explica que Kerviel aprovechó su conocimiento de los sistemas de control del banco que había adquirido en su anterior puesto. La dirección del banco asegura que su ex trabajador atraviesa «dificultades familiares» y tiene un «carácter frágil». Sus compañeros aseguran que es una persona «callada, tranquila, y su trabajo en la entidad, hasta ahora, siempre había permanecido en el anonimato». La prensa francesa le ha apodado como «el hombre de los 4.900 millones de euros».

¿Cómo actuaba Kerviel? En los primeros meses del pasado año, supuestamente en febrero, el operador comenzó a realizar operaciones que excedían las competencias que tenía asignadas, en ese momento trabajaba como operador de mercados en París. Kerviel empezó a tomar posiciones en "futuros", una arriesgada forma de invertir en el mercado a cualquier clase de valores desde índices bursátiles, acciones concretas o metales, a un tiempo determinado. «Apostó por una subida de los índices en diciembre, pero la situación cambió y cuando vio que las cosas pintaban mal supongo que tuvo que poner el doble de dinero para tratar de recuperar lo que había invertido», asegura Javier García, un portavoz de Renta 4. Su predicción era que los índices bursátiles internacionales subieran. La apuesta falló y el agujero en la deuda de la entidad se hacía cada vez más grande. García explica que para llevar a cabo este tipo de operaciones «hay que poner dinero y apostar que en un determinado momento que el mercado subirá o bajará en un determinado tiempo». «Los futuros son un juego a cara o cruz, te basas en predicciones, con una vez que aciertes puedes ganar mucho dinero, pero también perderlo como pasó en este caso.

Por las cifras que se dieron a conocer «el empleado debía de estar jugando unas grandes cantida des de dinero», asegura Laudelino Vázquez, habitual colaborador de este diario. Según declaró el director del Société Generale, Daniel Bouton, en los primeros meses las inversiones de Kerviel llegaron a tener beneficios. Según señaló durante la tarde del viernes 18, «un error del operador hizo que el banco detectara el engaño, pero ya era demasiado tarde». Varios directivos interroga ron durante el fin de semana al empleado y el domingo lo dejaron marchar sin presentar denuncia. Según el banco, el joven broker provocó un daño inmenso a la entidad, pero no sacó beneficio personal alguno.

¿Qué consecuencias ha tenido la actuación del broker? Los analistas financieros afirman que el fraude que se atribuye a Kerviel ha sido uno de los causantes de las turbulencias bursátiles que se vivieron el pasado lunes. Ese día, los índices de todos los mercados europeos registraron bajadas históricas. Pero algunos operadores franceses ponen en duda que un solo hombre, que no ocupaba un cargo de responsabilidad, pudiera hacer operaciones de esa magnitud sin ser detectado durante casi un año. El secretario francés para las Relaciones con el Parlamento, Roger Karoutchi, aseguró: «que un solo hombre pueda manipular sumas tan considerables sin que haya cerrojos de seguridad suscita una gran extrañeza».