Bruselas.- Los países de la UE mantienen su división ante la propuesta de Bruselas para reformar la Política Agrícola Común (PAC), con un grupo, como España y Francia, que piden una reflexión antes de cambiar el reparto de las ayudas y por otro lado, los que pretenden ir más allá en los recortes. El Consejo de Agricultura continuó el debate sobre la revisión o "chequeo médico" de la PAC que propone la Comisión Europea (CE), que entre otras medidas plantea el recorte de los pagos directos para los agricultores, con el fin de destinar ese dinero a otras políticas destinadas al campo. Los Veintisiete repitieron su posición inicial -expresada en noviembre-, según la cual una decena de países, como Francia y España, cuestionan cambios en las ayudas, mientras que un grupo de estados más liberales -Reino Unido, Suecia o Dinamarca- piden avanzar aún más en las reformas. La PAC es la política que absorbe una mayor proporción del presupuesto comunitario, cerca de la mitad, 55.000 millones de euros anuales y España, el segundo receptor, con 6.681 millones en 2006. En su propuesta, Bruselas no quiere variar el presupuesto sino elevar el porcentaje de la llamada "modulación" por la cual ya se reduce un 5% de las subvenciones, que quedarían en la PAC pero con destino al desarrollo rural.