Los esquiadores profesionales acostumbran a realizar los saltos de una manera muy extendida en este deporte. No en vano, en los 90 se percataron que realizando una V con los esquís, mientras están en pleno vuelo, lograban más impulso aéreo.

Desde ese momento, todos toman esta posición una vez se encuentran en el aire. El físico de la Universidad de Virginia en Charlottesville, Louis Bloomfield, comentó en 2010 para la revista Inside Science que "los esquiadores están jugando a planear". "Empujas el aire hacia abajo, el aire empuja hacia atrás, y te impulsa hacia arriba", explicó sobre esta técnica de los saltadores de esquí.

Fue en el año 1985 cuando comenzó a ponerse en práctica esta maniobra, de la mano del esquiador sueco Jan Bokloev. Hasta entonces, los saltos se realizaban colocando los esquís en paralelo en el aire, considerado el "estilo ideal" en su momento. Pero ahora, es el estilo en V el único que se usa en competiciones profesionales como el Mundial de Saltos de Esquí celebrado en Polonia.

Sin embargo, según ha quedado demostrado en diferentes investigaciones llevadas a cabo, esta forma de saltar reduce la probabilidad de lesiones en los deportistas, mantiene durante más tiempo de lo normal a los esquiadores en el aire y los saltadores se elevan a una altura mayor.