El Zamora Enamora conquistó el feudo del Basket Navarra con un triunfo muy trabajado por 75-83 en un duelo que estuvo muy igualado y que los locales dominaban de seis puntos al descanso. Kalinicenko y Solarin encabezaron una formación zamorana que nunca bajó los brazos y que salió del "infierno rojillo" con la permanencia en LEB Plata bajo el brazo.
El pabellón navarro fue una olla a presión constante desde el primer minuto de juego, dando alas a un Basket Navarra que no tardó en ponerse por delante en el tanteo y llevar el peso del partido a lo largo del primer cuarto. Harris II abrió el tanteo pero, la respuesta inmediata por parte local con un parcial de 7-0, obligó a los de Saulo Hernández a ir a remolque en los siguientes minutos.
Solarín trató de tirar del carro pero, ni sus canastas ni el primer triple de Kalinicenko, permitían al Zamora Enamora recuperarse ante un adversario muy intenso, espoleado por su público, que llevó la contienda a un nivel de exigencia física muy alto. Constantes contactos y ataques a toda velocidad, peleas duras por el rebote... un guion que, pese a la reacción visitante al 13-6 del que llegó a gozar Basket Navarra, hizo que la contienda siguiera en manos "rojillas" antes del segundo parcial (19-13).
Parecía haberse recuperado de su frío inicio el Zamora Enamora pero, a las primeras de cambio, volvió a flaquear. Basket Navarra empezó a gozar de acierto desde la línea de tres y a contar con canastas en el interior de N'Guessan, lo que dio lugar a un parcial de 6-0 que volvía a poner cuesta arriba la contienda para los de Saulo Hernández. Un golpe al que trató de rehacerse la escuadra zamorana, pero cada vez que realizaba una buena defensa veía como su adversario visitaba la línea de tiros libres para seguir gozando de un amplio colchón. Un punto de tiro desde el que, para colmo, tampoco estuvieron finos los visitantes, lo que también influyó para que la diferencia se disparara hasta los nueve puntos.
Con todo en contra, comenzó de nuevo a aparecer la mejor versión ofensiva de los zamoranos. Solarin y Harris II veían aro con relativa facilidad y permitían al Zamora Enamora situarse más cerca de su rival, a seis puntos. Y si bien la diferencia alternó (llegó a ser de cinco pero también creció hasta los 9 después), con esa desventaja se fue al vestuario el cuadro de Saulo Hernández.
A ritmo de triple empezó la segunda mitad, con los visitantes sacando tajada de un fallo de concentración zamorano, Kalinicenko dando respuesta y los navarros sumando otra vez desde el perímetro. Un bonito inicio al que siguieron varias faltas en contra de un Zamora Enamora que no podía defender al nivel de su rival, que en apenas dos minutos había logrado poner más puntos de por medio.
La diferencia subió hasta los dobles dígitos (51-40), reaccionando a tiempo el cuadro de Saulo Hernández. Con varios aciertos desde el perímetro, trabajo constante y dos tiros libres de Harris II, el partido volvía a equilibrarse, consiguiendo Solarin con un gran triple frontal volver a poner por delante a los zamoranos (56-57) a poco menos de tres minutos para la conclusión del tercer cuarto.
Basket Navarra cortó entonces su sequía desde los tiros libres pero, Kalinicenco y Solarin estaban inspirados y con varias canastas desde el perímetro y la ayuda de Round en una contra, disparaban la diferencia en favor de un Zamora Enamora que, canastón con tiro adicional de N'Guessan de por medio y respuesta de Tamba sobre la bocina, alcanzó el parcial decisivo con 61-67 a su favor.
El último parcial arrancó de forma inmejorable para el Zamora Enamora, con Tamba y Pinda Traoré encabezando la ofensiva visitante y siendo responsables de que la diferencia en favor de los zamoranos se incrementara hasta los diez puntos, si bien fue Saulo Hernández quien solicitó tiempo muerto cuando los locales marcaron su segundo triple del cuarto para dejar el tanteo en 66-73 a falta de poco menos de siete minutos.
Basket Navarra amenazó con volver a igualar el tanteo pero, en primera instancia, Solarin y Marc García cortaban la sequía visitante para elevar a once la renta zamorana al paso por el ecuador del parcial. Momento en el que los locales, ayudados por unas extrañas decisiones arbitrales, volvieron a ver aro con facilidad y pusieron picante al final de partido con un parcial de 7-0. Un duro golpe que no tumbó al Zamora Enamora, sino que lo hizo más fuerte. Y es que, en un acto de coraje, los de Saulo Hernández aguantaron con cinco faltas personales los envites de su rival mientras sentenciaba el partido con varias canasta de mérito, alcanzando un 75-82 final que sella su permanencia en la categoría.
