Iñaki Gómez ha sido elegido esta tarde como nuevo presidente del Balonmano Zamora en la celebración de las asambleas ordinaria y extraordinaria del club pistacho llevadas a cabo en el Salón de Actos de la Ciudad Deportiva. Citas que pusieron fin al mandato de José Antonio Quintana y que contaron con escasa presencia de socios y en las que se aprobaron las cuentas del pasado curso y el presupuesto de la presente temporada pese a pertenecer a una histórica jornada para la entidad.

Gómez, involucrado prácticamente desde siempre en las tareas  de despacho del Balonmano Zamora, inicia pues una nueva etapa tras haber sido jugador, entrenador, árbitro y directivo a diferentes escalas. Una formación que le hace el candidato ideal para representar al club en todos los ámbitos, dando forma a un nuevo y ambicioso proyecto deportivo, si bien cuenta con un elevado listón que superar dado el recorrido y crecimiento de la entidad con Quintana como presidente. Y es que, si bien en las últimas campañas el club ha mostrado la necesidad de nuevos bríos, también es cierto que su situación nada tiene que ver con la que tenía 17 años atrás. Un club asentado, capaz de resistir temporadas tan duras como las últimas, con reveses deportivos y un balance económico negativo.

Quintana, presidente saliente de la entidad, hizo balance de la pasada temporada tras aprobarse el acta de la sesión anterior. El mandatario explicó que fue una campaña "muy diferente", tanto por el cambio de formato de la liga en División de Honor Plata como por las lesiones y circunstancias que rodearon al primer equipo con el COVID-19 presente. El directivo recalcó que fue un año "extraño" en todos los aspectos, con "pérdidas de algunos sponsor" en una "época sanitaria muy dañina para el deporte", sufriendo para sacar una base que "no solo salió adelante, sino que también la participación se elevó a 14 equipos a nivel regional pese a venir de un curso de nula actividad por la pandemia". Conjuntos cuyos resultados fueron "de todo tipo" pero dieron continuidad al trabajo de base del club, cuyo proyecto "sigue adelante" tratando de recuperar el pulso de la formación de jugadores de cara al futuro. Porque, para el BM Zamora, lo principal es "salvaguardar a todos sus componentes y proteger su evolución deportiva", más que los resultados.

José Antonio Quintana e Iñaki Gómez conversan antes de la asamblea del BM Zamora Emilio Fraile

Antes de la elección de Iñaki Gómez como nuevo presidente, Arcel Andrés rindió cuentas a los socios, presentando primero el balance de cuentas del pasado curso con un resultado negativo de 1.189,10 euros debido, entre otras cosas, a la bajada en el número de socios en la temporada 2020-2021 y la falta de taquilla debido a los numerosos partidos jugados a puerta cerrada o con aforo limitado. Aún así, la diferencia fue pequeña teniendo en cuenta que los ingresos previstos se desviaron negativamente casi 13.000 euros de los 260.000 aprobados antes de su desarrollo, haciendo que el club mantenga un alto superávit (19.316,83 euros). Una cifra para el coste de la temporada que para la presenta campaña 2021-2022 fue fijado por la directiva y la masa social en 275.000 euros, teniendo un incremento de 15.000 euros respecto al aprobado en la asamblea anterior.

Con el beneplácito de los socios para las cifras, Iñaki Gómez tomó la palabra por primera vez para detallar el programa deportivo, todavía como un simple directivo, detallando que el club ha seguido creciendo en el último año del mandato de Quintana pese a la pandemia. Gómez puso en valor su trabajo, así como el de entrenadores, entrenadoras y otros directivos que ha llevado a contar al club con más de 560 personas, incluyendo más de 180 deportistas federados y más de 350 de edad escolar, siendo 537 jugadores zamoranos los que el trabajo del club ha formado y tiene bajo su manto ahora mismo. Labor que subrayó, señalando que muchos de los implicados son voluntarios que hacen que los jóvenes locales puedan alcanzar el deporte profesional pese a los escasos recursos. Si bien señaló que al trabajo de base el falta la "parte cualitativa", debido también a las actuales circunstancias sociales y económicas.

Después del capítulo de ruegos y preguntas, la asamblea general ordinaria terminó y dio paso a la extraordinaria, en la que Iñaki Gómez tomó el mando del Balonmano Zamora, no sin antes vivir la última intervención de José Antonio Quintana como presidente. Un adiós en la que agradeció el apoyo de los socios, los patrocinadores, las instituciones y los medios de comunicación, asegurando que estará a disposición del club para que "siga funcionando". Un desempeño que podrá elaborar como presidente de honor, lugar que los socios aplaudieron dentro del nuevo proyecto para el club.

Te puede interesar:

Iñaki Gómez fue nombrado sin votos en contra a una candidatura que no tuvo que ni presentar para recibir el sí del socio. Un proyecto que desglosó señalando que para él, Balonmano Zamora "es un modo de vida". "He pasado por diferentes etapas en ese tiempo, con 19 años como jugador en los que, al final, y para mí es parte de mi persona, de mi educación... mi vida ha girado entorno al balonmano y he tenido que sacrificar muchas cosas por él", señaló, asegurando que le gustaría llevar el cargo "sin tener que dar explicaciones más allá que a los socios, aficionados y directivos".

"Este club, durante el tiempo en el que he estado aquí, es un club transparente. Y nos encanta serlo, porque creo que es una responsabilidad social como entidad deportiva que somos", comentó Gómez, señalando que así será bajo su presidencia. Un mandato que arranca con la incorporación de diez nuevas caras a la junta directiva, a la que por primera vez se suman mujeres (5), pasando a ser un equipo de19 personas la que dirigirán el Balonmano Zamora. Una estructura piramidal con dos presidencias, Iván López al frente del área técnica y la inclusión de Jortos, Octavio, Silvia o, Guille como caras destacadas.