El Zamora Enamora cayó con la cabeza bien alta ante el líder en un partido en el que firmó una primera parte magnífica pero acabó cediendo ante el potencial de un Cisne BM que gozó del favor arbitral en una igualada recta final (28-31). Un desenlace que afeó un gran espectáculo en el que dos equipos a un alto nivel ofrecieron un encuentro vistoso y atractivo a un Ángel Nieto que registró prácticamente el lleno en sus gradas.

Con la grada luciendo un espléndido aspecto y empujando desde el primer segundo de partido, el Zamora Enamora arrancó el duelo abriendo el marcador y plantando cara al líder, un Cisne BM con más kilos y centímetros.

Pese a la superioridad física rival, los pistacho abrieron el partido dominando. Se adelantaron con un gol de Guille y mantuvieron su ventaja con otro gran tanto de Nacho. Sin embargo, el cuadro pontevedrés no se dejó intimidar y se mantuvo cerca en el marcador de los locales, si bien las primeras apariciones de Mendieta bajo palos y de Jaime en el extremo elevaron la diferencia en el electrónico (4-2, m. 7).

Las buenas sensaciones del Zamora Enamora en defensa, recuperando muchos balones, permitieron al cuadro de Iván López gozar de varias opciones para incrementar aún más su renta. Sin embargo, solo un contragolpe culminado por Jaime acabó en la red y eso dio respiro a un Cisne BM que rompió su sequía anotadora desde los siete metros. Una acción a la que siguió el 6-3 por parte local, pero que dio pie a un pequeño parcial visitante que igualaba la contienda (6-5, m. 13).

Con las espadas en todo lo alto, el Zamora Enamora siguió manteniendo un alto nivel de juego, concentrado en defensa y aplicado en ataque. Sin embargo, el líder ya había entrado en calor y mediante su potente primera línea no perdía comba. Preciado y Álvarez respondían a los tantos pistacho, que esta vez llegaban desde los siete metros con firma de Nico Bono (9-7, m. 16).

Jaime, al contragolpe, volvía a poner los tres de ventaja y, a continuación, el Zamora Enamora conseguía su primera superioridad. Sin embargo, la primera exclusión rival no supuso una ventaja. Todo lo contrario, dio pie a un parcial de 0-2 que volvía a ajustar el luminoso antes de que Guille forzara otra inferioridad visitante y Nico Bono marrara desde los siete metros (10-9, m. 20).

Esa segunda ocasión con un hombre más en pista tampoco se tradujo en éxito. De hecho, Cisne BM jugó con siete tan bien que forzó la exclusión de Illesca e igualó el duelo desde los siete metros por medio de Álvarez. Una primera situación complicada de la que los pistacho salieron con Mendieta cerrando su arco y Maíde y Cubillas inaugurando su casillero de goles forzando una nueva superioridad (12-10, m. 23).

De nuevo, Cisne BM sacó su mejor cara con uno menos y, buscando soluciones en su amplio banquillo, hizo volver el equilibrio al juego para una recta final de esta apasionante primera parte. Un desenlace que se alcanzó con ambos porteros luciendo cualidades en medio de mucho ataque precipitado y con Cubillas haciendo subir el 14-11 que obligó al técnico Jabato a pedir tiempo muerto. Un receso que, tras fallar los pontevedreses su ataque, también utilizó Iván López para encontrar en su pizarra un tanto más de Raúl Maide que permitía a los locales encarar el descanso con cuatro de ventaja.

Habiendo firmado una espléndida primera mitad, el Zamora Enamora encaraba la segunda parte buscando mantener su gran desempeño ante un líder forzado a darlo todo para no perder su condición de invicto. Una batalla a cara de perro que se abrió con un tanto por equipo en poco más de un minuto de juego.

Cisne BM quería subir el ritmo al duelo pero Nico Bono y Nacho López trataban de bajar pulsaciones y, con goles o asistencias para Cubillas, ampliar diferencias. La apuesta pistacho permitió que la renta se mantuviera estable, al menos hasta superados los cinco primeros minutos de la reanudación (18-14).

A partir de ese momento, el rendimiento ofensivo del Zamora Enamora dio un paso atrás. Cisne BM alteró la presión de su línea defensiva y eso se le atragantó al cuadro pistacho, que no tardó en pedir tiempo muerto viendo que la diferencia se había quedado en dos goles tras un par de buenas acciones visitantes por el extremo izquierdo (18-16, m. 28).

Espoleado por esos últimos tantos, el Cisne BM puso todo de su parte para igualar la contienda ante un Zamora Enamora que desapareció. El cuadro pistacho se perdió entre golpes no pitados , lanzamientos fallidos y pérdidas de balón. Así, el partido acabó igualándose (18-18, m. 10) y poniéndose muy de cara para los visitantes con la primera superioridad numérica tras el descanso. Un lance que llevó a los visitantes a ponerse por delante por primera vez en el partido, si bien Jaime González hizo volver las tablas con un golazo y, tras parada de Mendieta, Cubillas ponía el 20-19 a quince minutos del final.

El último cuarto de hora se vivió con intensidad en un Ángel Nieto volcado como en las grandes ocasiones, si bien esta vez era BM Cisne quien con un par de goles más, llevaba la voz cantante. Aun así, y pese a jugar con un hombre menos por exclusión de Fer, en el bando pistacho no se le perdía la cara al partido, si bien esta inferioridad facilitó que el líder gestara su primera gran ventaja que obligó a Iván López a detener el esférico (21-24, m. 49).

Con tres goles pero debajo, era el Zamora Enamora quien tenía que encontrar soluciones. Y cerca estuvo de hallarlas pues, en más de una ocasión, defendió con acierto y montó buenas jugadas de ataque de calidad pero el gol se resistía. Además, y con 23-25 tras un latigazo de Jaime, el cuadro pistacho se quedaba con un hombre menos por una exclusión a Cubillas.

Con todo en contra y en inferioridad, el Zamora Enamora fue presa fácil de un Cisne BM que se asentó y encaró con cuatro goles de diferencia los cuatro minutos finales del duelo (24-28, m. 56). Una recta final en la que a los locales no les quedó más opción que apelar a una defensa al hombre, una estrategia que los visitantes supieron leer bien para llegar al último minuto y medio con tres goles a su favor. Diferencia que acabó por ser decisiva pese a los intentos del bravo cuadro pistacho, empujado por una grada que nunca le dejó de animar (28-31).