Buen partido y mal resultado del Zamora Rutas del Vino que, en feudo del Trops Málaga, peleó por el triunfo hasta el último minuto de juego pero acabó encajando una dolorosa derrota por 22-19. Un marcador que le deja sin dos puntos clave en la lucha por la permanencia en División de Honor Plata, que alargan la mala racha de un equipo que, a tenor de los resultados, está condenado a sufrir hasta el final esta temporada.

El equipo de Ricardo Margareto exhibió una gran actitud en tierras malagueñas y durante muchas fases del choque también jugó un muy buen balonmano, con Aravena mandando en ataque y Mendieta brillando con luz propia bajo palos, pero una vez más no estuvo consistente a lo largo de todo el encuentro. Tuvo altos notorios y valles profundos, además de que la suerte le fue esquiva en los momentos decisivos. Todo ello, y sus graves problemas desde los siete metros, con un porcentaje de acierto bajísimo, terminó por sentenciar al bloque pistacho en suelo andaluz.

El conjunto zamorano comenzó frío y poco concentrado en defensa, donde los desajustes y la falta de ayudas en las situaciones de superioridad ganadas por su rival no tardaron en reflejarse en el marcador (4-1 y e incluso algo de fortuna a su favor en forma de postes).

Cubillas busca batir a Oliva en el choque jugado ayer en Málaga. | Área 11

El equipo tampoco estaba fino en ataque pues además de haber perdido ya más de un balón, de haber malogrado un siete metros o estrellado en el portero una contra en solitario tras robo, le costaba encontrar situaciones cómodas para lanzar. Así y todo los de Ricardo Margareto no perdieron los ánimos y gracias a una mejoría defensiva claramente visible, poco antes de cumplirse el primer cuarto de hora conseguían igualar con un tanto de penalti (6-6).

Después el partido se aceleró de manera incomprensible, especialmente porque los errores se sucedieron sin descanso ni concierto. Los hubo de todos los colores y algunos muy graves, sobre todo en ataque y concretamente en la definición, donde ambos fallaron goles increíbles. Así, tras cuatro minutos sin goles y con los porteros protagonistas, los locales volvieron a coger una ventaja que, dada la situación, parecía muy peligrosa. Lo hicieron aprovechando dos superioridades consecutivas, siendo especialmente dolorosa la primera con un parcial de 3-0 tras una discutible sanción de dos minutos sobre Jortos. Un parcial que, sumado a un nuevo error desde los siete metros por parte visitante, daba a Trops Málaga cuatro goles de renta (10-6).

Era el primer momento realmente delicado y el Zamora Rutas del Vino supo solucionarlo de la mejor de las maneras, con Aravena dirigiendo al equipo en unos minutos en los que el bloque pistacho tendría dos superioridades casi consecutivas. El equipo de Margareto volvió a defender bien y recuperó el terreno perdido, pero no del todo porque había aspectos en los que se seguía fallando, como en el acierto de cara a la meta rival. Prueba de ello la parada de Jorge Oliva a un nuevo lanzamiento de siete metros, calcado al anterior, cuando el tanteo era de 10-9 y se mascaba un nuevo empate.

Los últimos minutos del primer periodo fueron muy tácticos y cerrados, con tiempos muertos de ambos banquillos, y al paso por vestuarios la desventaja mínima se mantuvo (11-10).

Algo tenía que cambiar en el bando visitante para que el partido cambiara de manos porque, en mitad de las indecisiones y la tensión, era Trops Málaga el que se veía más cómodo gracias a su gran envergadura y el papel de Oliva bajo palos. Un cambio que pareció producirse nada más arrancar el segundo acto cuando el Zamora Rutas del Vino empató de forma veloz al anotar desde los siete metros y detener un penalti Mendieta.

Pero el cancerbero argentino no se quedó en eso y apenas un par de minutos paraba un segundo siete metros y el equipo conseguía colocarse por primera arriba en el marcador (12-13 con Aravena brillando ahora también en el gol).

Samudio es frenado en seco por la defensa andaluza. | Área 11

Sin embargo, en los siguientes cinco minutos el equipo quedó seco en ataque y muy dubitativo e impreciso cometió numerosas pérdidas que provocaron múltiples contragolpes locales. En un visto y no visto y pese a un Mendieta fantástico que siguió parando muchísimo, el Trops Málaga le dio la vuelta a la tortilla (16-13, m. 11).

Los pistacho no funcionaban bien arriba y, aunque minimizaron las pérdidas, en defensa sufrían mucho en los dos para dos y ante la llegada de la segunda oleada blanquiazul. Pese a todos los contratiempos no le perdieron la cara al duelo y en el siguiente tramo supieron sufrir y remar para mantenerse con opciones de sacar un botín de Los Olivos (17-16, m. 16).

Pero entonces, el equipo zamorano volvió a mostrar su inconsistencia. También ayudado por una exclusión clara de Diego Pérez, y un parcial de 3-0 lo dejaba contra las cuerdas a menos de ocho para la conclusión. La diferencia llegó entonces a ser de cuatro goles.

El Zamora Rutas del Vino apretó los dientes y peleó su suerte con todo lo que tenía a su alcance. A punto estuvo de lograr sumar algo positivo, pero los pequeños detalles le volvieron a penalizar, pues con 21-19 y, en el último minuto, Jortos volvía a lanzar desde los siete metros y el local Oliva se la paraba a dos manos para sentenciar la victoria malacitana (22-19).

Este marcador deja al Zamora Rutas del Vino sin dos puntos en la lucha por la permanencia y fortalece a un rival directo de cara al futuro. Parece que tocará sufrir.