El MMT Seguros consiguió ayer una agónica victoria en su partido frente al BM Torrelavega, un equipo tan rocoso como se esperaba que mantuvo sus opciones en el Ángel Nieto hasta los últimos segundos. Concretamente hasta que Jortos anotó desde los siete metros el definitivo 27-26 sin tiempo para la respuesta rival.

Con intercambio de goles arrancó el partido. El MMT Seguros basaba su producción en Octavio, autor de los dos primeros tantos frente a la defensa de un BM Torrelavega que optó por una incómoda defensa con avanzado para frenar a su rival. Los cántabros, por su parte, apostaban por salir rápido al contragolpe y largos ataques posicionales con penetraciones por el lado derecho (2-2, m. 5).

Tras los minutos iniciales, la contienda se puso cuesta arriba para los zamoranos ya que BM Torrelavega se hizo con el mando en el luminoso y su defensa se hacía muy difícil de superar. En ocasiones por su intensidad, otras simplemente porque con su envergadura y colocación hacía difícil una fluida circulación de balón a los locales. Aun así, Octavio se las apañaba para anotar bien fuera en juego o desde los siete metros (4-3, m. 13).

La igualdad era máxima al término del primer cuarto de hora al que se llegó con la primera exclusión, señalada sobre Peli. Un lance del que salió bien parado el MMT Seguros gracias a la intervención de su central y de los primeros movimientos de un Cangiani que se apuntaba el primer tanto zamorano sin firma del leonés (6-5, m. 17).

A falta de diez minutos para el final llegó el primer tiempo muerto. Fue solicitado por BM Torrelavega, que vio en el 7-5 de Jortos y una contra no culminada por Fafa serios indicios de poder llegar al descanso con una desventaja mayor. Un parón con el que rompió su sequía goleadora a los pocos segundos.

La reacción, sin embargo, no fue suficiente para que los de Torrelavega tomaran el mando de la contienda pues Jortos y Cangiani mantuvieron su buena relación con el gol en los siguientes minutos. Eso sí, los visitantes llegaron a igualar la contienda justo cinco minutos antes del final del periodo inicial (9-9, m. 25).

El desenlace del primer acto no pudo ser más igualado, con un MMT Seguros tirando de casta y un BM Torrelavega empeñado en mantener el tipo en el Ángel Nieto, por lo que a nadie sorprendió el 11-11 con el que se llegó al descanso.

El MMT Seguros estaba obligado a hacer algo más para ganar el partido tras el receso y en la segunda parte, se empleó a fondo, logrando con mucho sufrimiento su propósito.

De nuevo con intercambio de golpes comenzó la segunda mitad. Por un lado, Guille y el veloz Cangiani ponían por delante a los zamoranos; por otro, BM Torrelavega encontraba respiro en su tiro exterior y en algún fallo local que impidió despegar a los de García Valiente (13-13, m. 35). Y fueron, extrañamente, errores defensivos, ya que en ataqu e el balón se movió con buen ritmo y hubo diversidad en los goleadores. Cabe destacar, por ejemplo, a un Peli que siguió siendo todo un espectáculo a mano cambiada o a un Guille que sacó buen provecho de su velocidad.

Los locales firmaban buenas acciones pero BM Torrelavega respondía a todas ellas. A veces con suerte, con tiros exteriores poco usuales o con acciones en pasivo. Daba igual, los cántabros no querían dejar escapar sus opciones y mantenían el empate. Incluso llegaron a adelantarse en el marcador con un 21-22 que obligó a García Valiente a solicitar tiempo muerto.

La decisión estratégica no pudo salir mejor y, aprovechando una exclusión local dos minutos después, el MMT Seguros lograba por fin despegarse en el marcador gracias a los tantos de Octavio, de diez ayer, y de un Leo Maciel aplaudido por una grada que -otra vez- fue la fuerza de los Viriatos en sus momentos más duros.

Pese a estas acciones, el sufrimiento se mantuvo hasta el final. BM Torrelavega logró en los dos últimos minutos un parcial de 0-2 que ponía de nuevo las tablas en el electrónico a poco más de 30 segundos del final. Tiempo para una jugada que organizó García Valiente con su último tiempo muerto y con la que se forzó un siete metros decisivo. Un penalti que Jortos transformó en victoria, sin temblarle el pulso a la hora de establecer el definitivo 27-26.