Sin sumarse más que dos puntos y pese a hacerlo frente a un adversario que no peleará por el ascenso esta temporada, el MMT Seguros logró el sábado un importante triunfo. Una victoria que cobra valor por iniciar con éxito el intento del grupo por recobrar las señas de su juego, por ser el principio de la vuelta a sus orígenes.

"Necesitamos volver a ese juego rápido y alegre en ataque. Se ha jugó bien colectivamente, dándole ritmo a la bola. Quizás fue lo que nos faltó el otro día en Nava o frente a Cisne BM, partidos en los que nos atascamos. Tenemos que recobrar la alegría que mostrábamos hace años en el juego , aunque el peaje para volver a ser nosotros mismos sea sufrir muchas pérdidas de balón y nos cueste algunas semanas llegar a donde queremos", indicó tras el triunfo García Valiente. Palabras que tuvieron su reflejo sobre la pista del Ángel Nieto.

Pese a firmar una mala primera mitad, con muchos errores en el pase, los "guerreros de Viriato" dejaron claro que el ritmo de juego lento con el que se intentaban proteger y sumar en la Liga Asobal toca a su fin. Atacaron con mayor celeridad y buscaron ese intercambio de golpes e intensidad que tantas veces le dio resultado en el pasado.

El MMT Seguros no renuncia al "balonmano control", pero viendo la solvencia de Leo Maciel, su eficacia atrás y lo que le ha costado hacer gol hasta ahora, es lógico que intente generar un mayor número de ocasiones por partido para tener más posibilidades de éxito.

La intención de retomar ese "juego original" de circulación mareante y calidad en nueve metros también obedece a la estructura del grupo. Mantiene muchos de los jugadores con los que brilló con ese estilo y sus fichajes pueden adaptarse bien a él, como quedó claro cuando Molina tomó el relevo de Octavio como director de una orquesta en la que anotaron casi todos los jugadores.

La vuelta al juego alegre permitirá, además, una mayor conexión con el público, una de las armas básicas del MMT Seguros. Acostumbrados a un juego vibrante y dinámico, a la afición zamorana le encanta ver a su equipo trabajar sin descanso por la victoria. Eso sí, también sufre lo indecible cuando observa precipitaciones como las que tuvieron lugar el sábado. Fallos que el cuarto clasificado no puede permitirse en partidos como el de la próxima jornada, ante el Juanfersa, pero que aparecerán hasta que el grupo recobre su identidad. Hasta que su juego, aunque más completo, vuelva a sus orígenes.