El MMT Seguros encajó ayer su primera derrota (30-24) en su visita al Atlético Valladolid, un conjunto que se mostró superior a los zamoranos. Especialmente en una segunda mitad en la que sus lanzadores allanaron el camino a un liderato que estaba en juego tras la derrota de Bidasoa Irún en Palma del Río.

Desde el comienzo del choque ambos equipos dieron muestras de conocerse muy bien, con defensas bien ajustadas que facilitaron buenas intervenciones de los porteros, lo que llevó a un inicio sin goles. Una sequía que rompieron primero los vallisoletanos, tomando así la delantera en el luminoso.

Con el liderato en juego, ambos equipos se preocuparon mucho de proteger su meta. Los zamoranos, con una defensa abierta que su rival supo atacar bien; los vallisoletanos, con una línea agresiva que forzaba errores (también fruto de los nervios) y obligaba al MMT Seguros a sumar sus goles desde los siete metros (3-3, m. 10).

La igualdad en el marcador, sin embargo, no parecía tal sobre la pista. El cuadro pucelano parecía más seguro de sí mismo, una confianza que acrecentó al sacar provecho de la primera superioridad numérica fruto de la primera exclusión señalada sobre Andrés. Momento en el que aprovechó para distanciarse por dos goles.

Esa primera renta, sin embargo, le duró pocos minutos gracias a las paradas de Leo Maciel y los goles de Octavio y Jortos. Incluso un fugaz contragolpe de Del Val permitió al MMT Seguros ponerse por delante (6-7, m. 17).

El partido, bajo un gran ambiente, estaba tenso y emocionante. El Atlético Valladolid daba pocas concesiones pero el MMT Seguros había logrado que el ritmo del duelo no fuera demasiado rápido. Porque, aunque los pucelanos estaban más sueltos en ataque, los de Viriato siempre encontraban recursos para devolver el golpe (10-10, m. 25). Un toma y dacá del que acabó vencedor en el primer acto un Atlético Valladolid firmando un parcial de 0-3 antes de unos últimos minutos con más color pistacho pero con poca fortuna en el lanzamiento para los visitantes (12-11).

Con la necesidad de repetir intensidad defensiva y mejorar notablemente su ataque, el MMT Seguros inició la segunda parte encajando un rápido parcial de 2-0 que permitía al Atlético Valladolid sentirse más cómodo que antes del descanso. Ni siquiera la segunda superioridad zamorana pudo igualar inmediatamente el tanteo ya que la zaga visitante se mostraba incapaz de frenar el tiro exterior rival y su ataque era poco eficaz. Situación que obligó a García Valiente a pedir tiempo muerto (18-14, m. 35).

La mala racha la cortó, como no, Octavio desde los siete metros (línea que visitó con asiduidad). Pero, para entonces el partido ya estaba donde el Atlético Valladolid quería. Con un MMT Seguros obligado a dar el máximo y una renta de cuatro tantos por si se daba algún problema (21-16, m. 40). Cosa que no ocurrió.

Sin Leo Maciel entonado bajo palos y con el aliento de su afición empujando, los hombres de Nacho González terminaron de romper el partido al contragolpe con un nuevo parcial de 0-3 que elevó la diferencia en el luminoso hasta los ocho goles (24-16, m. 42).

Con el encuentro cuesta arriba, el MMT Seguros buscó variaciones en su defensa. Una zaga que había encajado el doble de tantos en 15 minutos que durante todo el primer acto. La variación, no obstante, no sirvió para cambiar la dinámica del envite (26-20, m. 50).

El desenlace, con seis goles de diferencia, acabó siendo el esperado. Ni siquiera el último arreón de casta de un MMT Seguros que nunca tira la toalla inquietó a su adversario porque, a excepción de los contragolpes de Camino, el cuadro de Viriato siguió mostrando demasiados problemas en su ataque estático frente a las meta de un brillante Javi Díaz como acabaría demostrando el 30-24 final. Un marcador que dolió en las filas zamoranas.

Eso sí, pese al fin de la racha, los zamoranos tienen tiempo para mejorar y seguir aspirando a todo. Al fin de cuentas, todavía queda mucha liga.