El MMT Seguros demostró ayer su condición de favorito y lo hizo al conseguir el triunfo, el sexto consecutivo en Liga, en la complicadísima cancha del Covadonga, rival al que nunca antes se había impuesto, ni en competición oficial, ni en amistoso. Romper esa maldición no fue fácil pero los Guerreros de Viriato supieron reponerse a un mal inicio en el que los locales mandaban en la pista y en el marcador. Sin embargo, el conjunto pistacho supo reaccionar para igualar el choque y después, en los últimos compases de la primera mitad, conseguir una renta de tres goles que le permitió jugar con mucha comodidad durante toda la segunda parte frente a un rival que fue a remolque.

MMT Seguros Zamora llegaba a una cancha difícil como la del Covandonga y lo hacía, con hombres tocados por problemas físicos. Pese a ello, los zamoranos no estaban dispuestos a renunciar a nada y saltaron a la cancha con mucha intensidad, plantando cara a un Grupo Covadonga que de inicio se hizo con el control del balón, pero al que costaba mucho acercarse hasta la portería contraria. La bien plantada zaga del equipo de Edu García Valiente estaba funcionando a la perfección en estos primeros compases del juego y eso permitía, además, que los pistacho contraatacasen con mucha velocidad. Con todo, fue el MMT Seguros el primero en mover el marcador, adelantándose hasta en tres ocasiones en el luminoso ante un Grupo Covadonga que, sin embargo, una y otra vez igualaba de nuevo el luminoso (3-3, minuto 6).

Poco a poco, sin embargo, los locales fueron sacudiéndose la presión rival y, además, encontraron el acierto de Alexis Fernández, que con dos goles consecutivos daba las primeras rentas a los asturianos (5-3, minuto 9). Octavio recortaba distancias poco después, pero las idas y venidas favorecían ahora a los locales, que forzaban las salidas de los jugadores del MMT Seguros y aprovechaban los espacios para salir a la contra (6-4).

El encuentro era muy igualado, pero el acierto de Octavio permitió a los Guerreros de Viriato dar la vuelta al marcador y colocarse por delante (7-8, minuto 19). Sin embargo, los locales tampoco aflojaban y Pérez empataba de nuevo a 8. Una y otra vez MMT Seguros Zamora se adelantaba en el luminoso, y otras tantas veces los locales empataban, hasta que, de nuevo el "9" de los zamoranos, con su sexto tanto, y Ceballos colocaban, por primera vez, a los pistacho con dos goles de renta (9-11, minuto 23).

De ahí al descanso a los zamoranos les bastó con mantener la intensidad en todas sus filas para que la renta no se viese afectada por el empuje local en los minutos finales (11-14).

Los locales optaron por intensificar su defensa en el inicio de la segunda parte y eso les permitió impedir que el rival ampliase rentas. Además, la exclusión de Abalos la aprovecharon a la perfección los asturianos para anotar dos nuevos tantos que colocaban el 14-15 cuando se habían disputado 3´36´´ minutos de juego de la segunda parte. Sin embargo, de nuevo con siete en la pista y de la mano de Jortos, el equipo zamorano conseguía recuperar su ventaja (14-17). Los pistacho habían aprendido la lección y esta vez la segunda exclusión de Abalos no supuso mayores problemas para el equipo zamorano, que supo aguantar bien en defensa e, incluso, marcar un gol que elevaba su renta hasta los cinco tantos (15-20, minuto 39).

Parecía que el Balonmano Zamora había encarrilado por fin el encuentro, y pese a que los locales apretaron hasta la saciedad y a una nueva exclusión, esta vez de Iñaki Gómez, el MMT Seguros conseguía mantenerse por delante en el luminoso (18-22).

De ahí al final del encuentro no hubo mucha más historia. Los locales intentaban por todos los medios acercarse hasta la puerta contraria, pero una y otra vez el nerviosismo propio y el buen hacer de la zaga zamorana evitaban que recortasen distancias en el luminoso.

MMT Seguros Zamora, por su parte, mantenía la intensidad tanto atrás como arriba, mostrándose cómodo en la cancha y manteniendo su ventaja en el luminoso. Así, a falta de poco más de tres minutos para el final Zamora ganaba aún de cinco (25-30) y vio entonces como su rival bajaba ligeramente los brazos, durmiendo el partido y luchando más para no encajar una goleada que por intentar hacer algo. Al final, 25-30 en un encuentro que comenzó con igualdad pero que Zamora rompía al final de la primera mitad gracias, en buena parte, al acierto de Octavio arriba y del portero Leo Maciel que, con porcentajes más bajos, también hizo buen papel.