El MMT Seguros se impuso ayer con gran solvencia (25-16) a un BM Alcobendas que se estrelló ante el muro que montan los zamoranos entorno a su meta, Leo Maciel. Una solvencia defensiva que permitió a los de García Valiente solventar malos momentos y gozar de minutos para encontrar soluciones en ataque a lo largo de un partido de ritmo lento y muchos errores.

El encuentro con ambos equipos defendiendo en línea y dejando pocos espacios para las incursiones, lo que dio lugar a ataques posicionales con mucho movimiento de balón. Motivo por el cual solo hubo un tanto para cada uno conseguido desde los seis metros (1-1, m. 5).

El inicio también fue momento para que lucieran los porteros en un cúmulo de errores provocado por un balón que no había forma de agarrar para los jugadores. Circunstancia que no impidió un buen choque pero que ayudó para que solo Diego Reyes pudiera llevar el balón a las mallas tras los minutos de tanteo (2-1. m. 10).

Los errores siguieron produciéndose pero en el carrusel de fallos el MMT Seguros parecía más eficaz que su rival. De hecho, BM Alcobendas se vio obligado a pedir tiempo muerto al ver que la renta local se iba hasta los tres goles gracias a dos tantos de Peli y Reyes (4-1. m. 14). El receso, sin embargo, no resultó demasiado efectivo para BM Alcobendas ya que bajo el amparo de un gran Leo Maciel la renta zamorana acabó disparándose hasta los cinco tantos antes de que los madrileños consiguieran volver a anotar (7-2, m. 19).

La recta final de la primera parte continuó bajo el mismo ritmo lento pero con más igualdad en pista. No solo porque los visitantes comenzaron a hacer circular el balón con más criterio en ataque, también porque el MMT Seguros sufría su primera inferioridad al ser excluido Marc Abalós. Un inconveniente que los "Guerreros de Viriato" superaron aferrándose a su buen hacer en defensa. Una labor que permitió además generar varios contragolpes que Del Val y Jortos aprovecharon para elevar la distancia y forzar un nuevo tiempo muerto rival (11-5, m. 26). Parón que no hubiera tenido efecto de no ser por una nueva exclusión local, esta vez de Andrés Alonso, que acabó por permitir a BM Alcobendas su sexto gol antes del descanso (11-6).

Las sensaciones parecían buenas de cara la segunda mitad, en la que el MMT Seguros tendría que mantener su solidez defensiva y, quizá, poder aprovechar más primeras oleadas. Sin embargo, la reanudación arrancó de nuevo con defensas cerradas, largos ataques estáticos y fallos. Solo que esta vez, se veía a BM Alcobendas con más dinamismo en sus acometidas, pese a lo cual, las diferencias solo variaban en favor de un cuadro de Viriato que sacó tajada de su primera superioridad (14-7, m. 35).

El buen parcial local se vio seguido de una nueva exclusión de Abalós, problema que solventaron Camino y Octavio con su primer gol antes de verse interrumpido el juego por la lesión de Nacho Gimeno (15-8, m. 40).

Pese a la buena marcha del encuentro para el MMT Seguros, el choque ya no parecía tan favorable. Otros dos minutos señalados sobre Iñaki y algunos fallos obligaban a los de García Valiente a volver a depender de Leo Maciel para mantener las distancias con su oponente (17-8, m. 45).

De hecho, cuando arrancaba el último cuarto de hora, BM Alcobendas conseguía un parcial de 0-2 que, combinado con múltiples errores de un siete zamorano alocado obligaba al técnico local a pedir tiempo muerto. Un mal tramo que, contra pronóstico, llevó a los locales a subir su nivel hasta sentenciar el envite.

Los "Guerreros de Viriato" atajaron su peor momento con tres goles de Ceballos e Iñaki pese a la inocente exclusión de Del Val. Inferioridad que, combinada con los ataques a tumba abierta contra un Maciel brillante, dio lugar a que aparecieran los contragolpes y Peli llevara la renta local hasta los diez tantos (21-11, m. 51).

Ese ritmo más alto con uno menos en pista decantó la contienda, permitiendo al MMT Seguros encarar con cierta tranquilidad su desenlace. Un final en el que hubo minutos para el canterano Iván y en el que, relajado y con los deberes hechos, el cuadro de Viriato se dejó llevar hasta el 25-16 final. Un guarismo que refleja la principal virtud que ha llevado a los zamoranos a mantenerse invictos tras cinco jornadas: una gran defensa.