Kike Márquez acerca al Zamora a la permanencia

Importante victoria frente a un Barcelona Atlético que se mostró ineficaz de cara al remate

Pito Camacho en un remate a bocajarro

Pito Camacho en un remate a bocajarro / Miguel Angel Lorenzo

Manuel López-Sueiras

Manuel López-Sueiras

El Zamora recurrió al oficio de su plantilla y a la calidad de Kike Márquez para regresar al camino de la victoria (1-0) ante un Barcelona B con jugadores impecables técnicamente pero que no fueron capaces de encontrar el camino del gol. Un gran gol de Márquez en el minuto 25 fue suficiente para que el Zamora CF dispusiera de una renta valiosísima que supo administrar en el resto del partido para terminar sumando tres puntos que le acercan al gran objetivo de la permanencia.

Los rojiblancos pronto nitentaron imponer su veteranía en el centro del campo, con un Clavería que comenzó a mover con criterio a su delantera para que Tresaco llevase el peligro por su banda. También Carlos Ramos se decicaba a suministrar balones a sus compañeros pero la defensa azulgrana -esta vez color pistacho- controlaba la situación sin grandes apuros.

Pero no tardaron nada los barcelonistas en hacerse con el balón y no dudaron en irse arriba, aunque el mayor peligro llegaba en jugadas a balón parado. 

Pero la primera ocasión clarísima llegó en un córner que remató en el regundo palo de cabeza Pito Camacho, aunque no encontró portería porque el ángulo se le había cerrado demasiado.

El partido parecía haberse enfriado pero Carlos Ramos se encargó de recalentarlo dando una asistencia de oro para que Kike Márquez ejerciera de «killer» para batir por bajo al portero Kochen. Un gran golado que daba alas a un Zamora necesitado de recuperar la alegría. Una alegría que casi siempre llega de la mano de ese gran jugador que es Márquez y que tan importante está siendo para que los rojiblancos alcancen lo antes posible el objetivo de la permanencia.

Y los rojiblancos mantuvieron el buen humor de cara a la portería contraria con varias triangulaciones enárea contraria que no terminaron en el segundo gol de milabro, incluida una baselina de Carlos Ramos que salío rozando el travesaño.

El Zamora superaba claramente el «tiki taka» barcelonista pero los «pipiolos» tienen mucha claridad y a nadie se le escapaba en el Ruta de la Plata que en cualquier momento podrían darle un disgusto a los de Sabas. Pero la defensa rojiblanca se mostraba muy segura y el verdadero peligro seguía llegando del bando local que presionaba intensamente muy arriba.

No hubo cambios tras el descanso y, en un principio, tampoco cambió la tónica del encuentro, con un Zamora que queería el balón aunque sin anumir grandes riesgos y un Barcelona Atlético que parecía cómo en repliegue, esperando tal vez sus opciones al contragolpe. Dio un primer aviso Kike Márquez rematando de cabeza un corner pero se le fue el balón muy desviado. 

Pero los azulgrana tuvieron también la suya, en un centro medido de Aleix Garrido a la cabeza de A. Fernández que no llegó de milagro con toda la portería a sus pies. 

El Barça no había renunciado a sus triangulaciones en ataque pero no encontraban nunca rematador y el portero Fermín terminaba siempre haciéndose con el balón.

El más jugón de los catalanes, Pedro Soma, siguió metiendo miedo al Zamora con un disparo alto, pero los rojiblancos no tenían prisa, sabedores de que su capacidad ofensiva es grande y las ocasiones llegarían tarde o temprano.

El filial había cambiado bastante, sobre todo en la velocidad con la que movía el balón pero era fútbol de mentira mientras no llegase el gol y el gol no llegaba. 

Por el contrario, los ataques del Zamora cada vez eran más peligrosos, sobre todo por la banda izquierda con Joel Priego.

Sabas se dio cuenta que la presión de la primera parte ya no funcionaba y comenzó a mover su banquillo dando entrada a Rufo y Frimpong. Replicó Albert Sánchez dando minutos a Cortés y Ureña para darle aire al centro del campo visitante. Y Ureña pronto se plantó ante Fermín pero fue tan inocente en su disparo como lo habían sido hasta entonces sus compañeros. 

Continuaron los cambios por ambas partes, pero el partido seguía siendo insulso aunque la calidad de los jugadores del Barça no permitía ni un segundo de tranquilidad en las gradas, porque el Zamora tampoco era ya capaz de sentenciar con el segundo gol. 

Y pudo llegar en dos acciones de Frimpong: en la primera no llegó por muy poco a un pase de la muerte de Rufo y en la segunda disparó a las manos del portero. 

Y el Barça B esperó al minuto 82 para realizar sus últimos cambios con Dacosta y Fernández, mientras en el Zamora entraban instantes despues Aleix y Macho.

Todo parecía decidido para la victoria rojiblanca por la mínima, pero Fariñas tuvo una gran oportunidad para empatar pero remató mal. Con los cambios, el Zamora era otro equipo y los instantes finales del encuentro fueron fueron muy tensos porque el Barcelona sacó la garra que no había tenido antes pero siguió sin encontrar remtadores en sus filas.

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