El BM Zamora Caja Rural despacha sin contemplaciones al Camargo

El equipo pistacho demuestra haber superado sus últimas derrotas con una victoria rotunda

Una jugada del partido disputado este sábado en el Ángel Nieto

Una jugada del partido disputado este sábado en el Ángel Nieto

Manuel López-Sueiras

Manuel López-Sueiras

El Balonmano Zamora Caja Rural demostró ayer que está recuperado de sus últimos contratiempos y despachó sin mayores problemas (36-26) a un Camargo que tan sólo estuvo dentro del partido en el primer cuarto de un encuentro en el que los zamoranos impusieron tanto su habilidad para robar balones en defensa como su efectividad en el ataque.

El comienzo del partido fue totalmente reconcertante visto desde el bando zamorano porque los de Félix Mojón no encontraban su ritmo de juego ni lograba fluidez en el movimiento del balón. Tampoco la defensa pistacho funcionaba. Por contra, Camargo tenía muy claras las ideas en ataque y en cinco minutos de juego se escapaba en el marcador a un 2-5 que sembraba muchas dudas sobre el estado real de un BM Zamora que parecía acusar sus primeras derrotas de la Liga. 

Pero en el deporte, se pasa del blanco al negro con una enorme facilidad y eso fue lo que pasó en torno al minuto 8. El BM Zamora apretó por fin en defensa y ante la falta de efectividad en ataque estático basó sus anotaciones en el contragolpe tras robo que sus jugadores comenzaron a interpretar con enorme maestría frente a un rival que parecía haberse quedado congelado. Ortega puso el 3-5 después de tres minutos sin anotar los zamoranos y sus compañeros comenzaron a robar uno tras otro los balones que Camargo llevaba al área zamorana.Primero fue Ciberio, y luego Ortega -en dos ocasiones- y Medina los que obligaron al entrenador cántabro a solicitar un tiempo muerto para frenar el 6-0 que había encvajado su equipo en menos de dos minutos.

Nadie daba crédito al cambio de actitud zamorano porque además, David Gallego anotaba el 7-0 para poner el 9-5 en el marcador.

El partido entró entonces en un periodo de intercambio de goles, pero el flojito BMZ de los primeros minutos había desaparecido y a los goles del equipo visitante respondían los pistachos siempre manteniendo ventajas de entre cuatro y cinco goles. Además Lautaro se mostraba brillante en la portería y ni siquiera el gol fallado por Guille a puerta vacía frenó la evolución zamorana que s concretó en un 18-11 al descanso que dejaba escaso margen de maniobra al Camargo para la segunda parte.

Y lo cierto es que tras el descanso todo se mantuvo dentro de lo previsible, con un Caja Rural imponiendo el fondo de su banquillo y su clara superioridad tanto física como técnica. Prácticamente no hubo ataques estáticos porque casi todas las jugadas se saldaban con pérdida de balón o error de los cántabros y las diferencias en el marcador siguieron incrementándose paulatinamente y no lo hicieron más porque los zamoranos fallaron innumerables lanzamientos a puerta vacía, ya que Camargo optaba por jugar sin portero.

El Camargo se mantenía a duras penas gracias a la calidad individual de Jesús Chagartegi y Danie Liaño pero la ventaja pistacho se mantenía estable y ya no bajaría de los diez puntos hasta el definitivo 36-26 que firmó Hugo Rodríguez sobre la bocina.

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