Javi Barrio sale del vestuario con una sonrisa, la misma que provoca en él la vuelta a los terrenos de juego y el comienzo de la liga. El central es el ejemplo perfecto de esa máxima rojiblanca para esta campaña, ese "querer disfrutar" que en su caso tiene más sentido que nunca tras ver la luz al final del largo túnel de su lesión de rodilla.
"El año pasado no fue el esperado y llevo mucho tiempo esperando para jugar un partido oficial. Tengo muchas ganas después de un año trabajando para volver", comenta Barrio, asegurando que se encuentra "muy bien" y que "la recuperación fue bien desde el principio, superando los plazos marcados" y hoy "la sensación es que no ha pasado nada".
Sin embargo, sí que pasó. "Pelos" tuvo una lesión de rodilla en el primer partido de liga del pasado curso que le dejó en el dique seco toda la campaña. Un trago muy amargo que ha dejado atrás gracias a su esfuerzo y las alegrías personales, pero que recuerda bien pues le dejó sin su trabajo, su vocación.
"Para mí, el momento más difícil de la lesión, y soy un experto en lesiones graves (acumula tres en la rodilla), fue cuando caigo en Laredo y sé que algo había pasado", comenta Barrio, añadiendo: "vas al vestuario, confirmas que es algo grave y, después, llega la reacción de la familia". La parte más dura según el central.
"Yo puedo soportar mejor o peor la lesión porque, al final, esto es deporte y sabes que hay lesiones graves y te pueden pasar. Yo he tenido varias y no me preocupa lesionarme porque con trabajo sé que me recuperaré. Pero dar la noticia a los familiares es duro, lo viven de otra forma, se ponen mucho en tu piel y es muy duro. Es duro no practicar tu deporte, tu profesión, lo que es tu vida para ellos".
Un final de liga tan amargo como el inicio
Javi tampoco olvida el final de la pasada temporada, un momento "igual de duro que el de Laredo" cuando estando recuperado no podía volver a jugar al no poder ocupar la ficha que estaba libre.
"Una lesión pasa y ya está pero, cuando trabajas tanto y das todo por volver, y por un problema de normativa o un malentendido federativo no puedes... fue un bajón enorme. Estaba casi recuperado y cuando me enteré que no podía tener ficha mi cuerpo hizo "ploff". Me costó superar esa situación porque me veía jugando otra vez y me lo quitaron sin más", confiesa, señalando que "fueron meses difíciles" pero que dejó atrás "muy agradecido porque de todo se puede sacar un aprendizaje" y cree que ese lance le ha hecho "mejor persona y mejor deportista".
La otra gran lección que le dejó la lesión es el valor de la afición del Zamora CF, motivo por el que aún tiene más ganas de jugar. "Yo llevaba mes y medio cuando me lesioné y, aún así, la gente me paraba y me preguntaba qué tal estaba", recuerda el central, emocionándose y demostrando ser ejemplo de la nueva filosofía rojiblanca. Y es que, Barrio, tiene claro su objetivo este año: "agradecer esas palabras y gestos de cariño devolviéndolo con trabajo en el campo cada día". Y para ello, promete disfrutar "como un auténtico enano" si salta al campo, buscando dejar su mejor versión. Esa que intenta alcanzar siempre en el día a día. Una fórmula que le ha permitido levantarse hasta tres veces y salir sonriente del túnel de las lesiones.