Balonmano | División de Honor Plata

Resultado del BM Zamora Enamora - Villa de Aranda: Derrota por la mínima (19-20)

El cuadro pistacho cae en los últimos compases de un duelo igualado ante el Villa de Aranda

Raúl Maíde lanza a portería durante el duelo ante Villa de Aranda.

Raúl Maíde lanza a portería durante el duelo ante Villa de Aranda. / Ana Burrieza

Carlos Toyos

El Balonmano Zamora Enamora cayó derrotado en su gran día al ceder por 19-20 ante el Villa de Aranda en una jornada marcada por la foto de familia del club pistacho y la entrega de la insignia de oro a Eduardo García Valiente. Un reconocimiento que no pudo acompañar con victoria pese a dominar el derbi regional durante gran parte del mismo, cediendo en una recta final en la que la ausencia de mordiente ofensivo condenó al equipo de Fran González, sustentado por la enorme actuación de la portería formada por Doval y Mach.

El encuentro arrancó con el público volcado para empujar al BM Zamora Enamora hacia la victoria. El Ángel Nieto, a rebosar, no tardó en hacerse notar con el primer gol del choque firmado por Maga. Un tanto que abrió unos primeros compases muy ágiles en los que, pese al apoyo de sus más pequeños, los locales arrancaron con desventaja en el marcador. Y es que, las paradas de Suárez y el acierto ofensivo del Villa de Aranda dieron lugar a un parcial de 0-3.

De ese primer golpe se rehicieron los "Guerreros de Viriato" de inmediato, con un tanto de Maga y dos paradas de Doval que permitieron a Elola firmar el empate antes de alcanzarse los cinco minutos de partido. Un tramo que se cerró con las espadas por todo lo alto y necesidad por parte local de mejorar su puesta en escena en defensa y el acierto ante Suárez.

El equilibrio en pista se mantuvo durante los siguientes cuatro minutos, con fallos y buenas paradas de los porteros por parte de ambos equipos. Un balance que rompió Guille, forzando la primera exclusión visitante y un siete metros convertido por Cubillas. El leonés no solo puso a los suyos por delante, sino que incrementó la renta aprovechando la superioridad numérica con un gol desde su campo (6-4, m. 10).

Con todos en pista, la pugna volvió a ajustarse. Villa de Aranda volvió a anotar y Cubillas a visitar los siete metros para marcar y mantener el colchón zamorano que Cubillas, con su cuarta diana, elevó a tres tantos segundos antes del primer tiempo visitante superado el cuarto de hora de partido (9-6). Un receso que sentó muy bien a los burgaleses pues, en un abrir y cerrar de ojos, se pusieron a un gol de distancia.

Las dificultades no acabaron aquí. Y es que, pese a cortar la racha visitante, en la siguiente acción Guille era excluido y dejaba con dos hombres menos a los suyos. Doval, parando un penalti, amortiguó el golpe y lejos de irse abajo, el BM Zamora Enamora recuperó los tres tantos de renta con una colada de Maíde (11-8, m. 20).

La recta final de la primera parte mantuvo en tensión al aficionado zamorano con Doval como protagonista, manteniendo a los suyos por delante a base de paradas de gran mérito. Suyas fueron las mejores acciones pistacho ante un Villa de Aranda que defendía con acierto y restaba un gol a la diferencia que tenían los locales a cinco minutos para la conclusión. Un lento goteo de tantos que se mantuvo así hasta el descanso, al que se llegó con 13-11 tras un gol y una asistencia a Illesca por parte del zamorano Andrés y la primera diana del expistacho Iriarte.

La segunda mitad arrancó con un rápido tanto de Villa de Aranda, un gol que a muchos pilló todavía aplaudiendo a la cantera y a Eduardo García Valiente, protagonistas de un intermedio para el recuerdo. Al tanto respondió sin perder tiempo Elola, estableciendo un intercambio de goles del que salió beneficiado el bloque de Ortega. Así, y pese a una gran acción de Maga y una parada de Doval, el marcador volvió a la máxima igualdad con el 15-15 en el minuto 38 de partido.

Al BM Zamora Enamora le estaba costando anotar pero, con el empate, resolvió dicho problema. Un contragolpe de Cubillas y un gran tanto de Guille desatascaron la ofensiva pistacho y devolvieron a los locales la delantera en un luminoso que a veinte minutos del final, era de 17-15.

A los últimos veinte minutos de partido se entró con el BM Zamora Enamora en superioridad tras la exclusión del visitante Deco. Una incidencia que dio lugar a un tanto de Cubillas pero no a un parcial que diera aire a los pistacho. De hecho, el duelo se mantuvo con los de Fran González con dos tantos de ventaja durante bastante tiempo, incluyendo los dos minutos que contó con un hombre menos por sanción a Pancho Bellia. Una ventaja que recuperó Jaime a menos de un cuarto de hora para el final, cuando los burgaleses consiguieron sobrepasar a un Doval que seguía en estado de gracia.

Con el cancerbero local levantando al público de los asientos y 19-17 en el luminoso se llegó a los últimos diez minutos. Pero, pese a esas intervenciones y a un siete metros detenido por Mach, si el BM Zamora Enamora no encontraba soluciones en ataque iba a ver desaparecer su ventaja. Quizá por ello, con los visitantes 19-18 tras perder la ocasión de empatar en ese penalti, Fran González pidió tiempo muerto.

El receso no impidió que Villa de Aranda, al final, lograra el empate antes de los últimos cinco minutos del envite. Un periodo que los visitantes además iniciaron con un hombre más al ser injustamente sancionado Illesca. Una exclusión a la que, tras detener Mach otro siete metros, siguieron otros dos minutos de sanción al Villa de Aranda con 210 segundos en el crono. Tiempo que pasó con el BM Zamora Enamora siendo incapaz de superar la defensa rival para, a la entrada del último minuto del duelo, encajar un doloroso 19-20 con un lanzamiento de Iriarte.

Los "Guerreros de Viriato" todavía tenían opciones y, con bola en mano, Fran González solicitó tiempo muerto buscando romper la sequía desde la pizarra. Pero la jugada no salió y Villa de Aranda no solo recuperó el balón, sino que encaró los instantes finales con un hombre más por exclusión de Elola. Aún hubo tiempo para la épica, pero Bellia perdió el balón del empate y el bocinazo final sentenció al cuadro de Viriato.

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