Recoletas Zamora mostró su cara buena ante Picken Claret

Sufrida victoria ante un rival que no arrojó la toalla nunca

El club realizó ayer la foto con todos sus equipos.

El club realizó ayer la foto con todos sus equipos.

Manuel López-Sueiras

Manuel López-Sueiras

No sin sufrimiento, el Recoletas Zamora sacó a relucir de nuevo su eficacia ganando un partido que nunca tuvo ganado frente a un modesto rival que, sin embargo, le supo jugar y pegarle donde más le dolía. El equipo de Vasconcellos jugó muy suelto en la primera parte que dominó con claridad pero tras el descanso entró en una enorma laguna de juego de la que tan sólo pudo salir con mucho oficio y echando mano de su profundidad de banquillo que se incrementó con la alemana Alina Hartmann para terminar imponiéndose por 62-55 para seguir pensando en la primera posición de la Liga.

No era sencillo afrontar un partido como el de ayer para un Recoletas que todavía tenía clavada la espina de la derrota en el último partido en casa contra el modesto Canoe, y además, el Claret llegaba a Zamora tras saldar con solvencia en importantísimo compromiso con un rival directo por la permanencia como es Zornotza.

VÍDEO | El Zamarat realiza su tradicional foto de familia con la cantera

L. O. Z.

Además en las filas del equipo naranja debutaba Alina Hartmann y el equipo tenía que ayudarle a adaptarse porque no lleva ni una semana en Zamora. El equipo tiene también pendiente hacerle un hueco a Sara Castro, y la canaria parece que cada día está más integrada también.

No es un equipo de grandes figuras el Picken Claret, pero sí posee un bloque compacto de esos que convierten a cualquier plantilla en un serio enemigo. Y así lo demostró en los primeros minutos en los que el Zamarat no estuvo nada acertado aunque pronto tomó la delantera y comenzó a establecer cortas ventajas en el marcador, liderado por una gran Ornella Santana que se prodigó en todas las zonas del ataque y firmana el triple que suponía el 16-9. El Recoletas había entrado en el partido y lo confirmó Adri Knezevic acertando una canasta sobre la bocina desde antes del círculo central para poner el 21-23 que cerraba el primer cuarto.

A poco de comenzar el segundo cuarto, se producía el debut de la alemana Alina Hartmann que, al segundo intento lograba su primera canasta de tres puntos con el Recoletas. Se había roto el hielo y del posterior intercambio de canastas salían ganando las zamoranas que fueron aumentando su ventaja paulatinamente sin demasiados apuros hasta el 41-26 del descanso.

La segunda parte comenzó con el Claret defendiendo en zona y con un triple y otra canasta de 2 de Paula García, hermana de la ex del Zamarat Alba García. Las zamoranas no lograban derribar la defensa zonal valenciana, lo que les dio alas a las visitantes. Hasta tres triples fallaron las naranjas que veían como su ventaja bajaba a 43-37 gracias al acierto exterior que sí tenía el Claret.

Parecía increible, pero el balón no quería entrar en la canasta del Picken, mientras en el bando contrario no paraban de sumarse puntos. La laguna de juego era enorme en el Zamarat y nadie sabía como recobrar la solvencia anterior. A solo tres puntos se situaron las visitantes que fueron cinco para cerrar el tercer parcial.

Nadie se movía en el abarrotado graderío del Angel Nieto por la foto de familia que se hicieron todos los equipos del Zamarat, Ricardo Vasconcellos aprovechó un tiempo muerto para intentar que su equipo saliera del profundo bache en el que se había metido. Y fue Adriana Knecevic la que tomó la iniciativa para robar un balón que le permitió anotar la primera canasta del Zamarat en el segundo tiempo para establecer un 51-44 que venía a tranquilizar, al menos, los ánimos.

El partido se había ensuciado mucho, con demasiados fallos y despistes por ambas partes. El oficio del Zamarat no acababa de aparecer aunque el Claret había perdido su acierto anterior. Isa Latorre no lograba ser la jugadora determinante de otros finales de partido aunque acertaba sus dos lanzamientos y el reloj corría muy lento.

Eran momentos de ponerse el mono de trabajo para las naranjas que, afortunadamente seguían manteniendo lejos a su rival, ahora gracias a Nneka Ezeigbo, y a continuación con Knezevic que firmó el 58-44 terminando de destrozar la defensa zonal que tan buenos resultados le había dado al Claret.

Pero el partido no estaba ganado con 58-50 a falta de tres minutos, cuando Vasconcellos pidió un tiempo muerto tras dos acciones seguidas anotando las valencianas. Los lanzamientos de las naranjas no entraban y el tiempo no corría hasta que llegó el arma secreta de Hartmann que acertó con un triple para poner el 61-50 que dejaba sentenciada la contienda.

Vasconcellos todavía tuvo que parar de nuevo el partido con 61-53, pero ya no hubo más historia y la afición zamorana finalizó el partido coreando "Ese toro enamorado de la luna".