Tras la nueva derrota del Balonmano Zamora en Aranda (39-29), el entrenador, Iván López, quiso aclarar que el resultado no refleja lo que ocurrió en pista, pero sí admitió que en el tramo final “estuvimos muy ansiosos y hemos fallado dos lanzamientos claros”. A partir de ahí, añadió, “hemos intentado hacer la guerra por nuestra cuenta y ha sido cuando se ha abierto la brecha”. No obstante, sí quiso recalcar que “hemos competido prácticamente todo el partido y bastante bien”.

En cuanto al estado físico de sus jugadores, el sevillano sí reconoció que llegaban “justos” de rotaciones en algunos puestos, además de sufrir bajas importantes en sus filas, un hecho que también afecta a los entrenamientos. Con todo, quiso poner en valor que “hemos tenido momentos muy buenos de juego, pero no hemos sabido mantener la calma al final, que es un cuando se deciden los partidos”.

Asimismo, comentó que muchas veces lo que se necesita es “ganar” más allá de imponer sobre la pista y mejor o peor juego para poder quitarte “el lastre o la responsabilidad, por lo que esperamos que la primera victoria llegue pronto. A estas alturas, la temporada pasada llevábamos dos puntos, tampoco era tan diferente la situación”. “Sí es verdad que la sensación era distinta pero no podemos perder el foco del trabajo, de ser más competitivos en el día a día y que eso se traslada al partido”.

Respecto a si ve cerca el primer triunfo, el técnico de los pistacho comentó que “estamos cambiando ciertas cosas, insistiendo en algunos aspectos del juego y más pronto que tarde llegará la primera victoria que nos ayudará a confiar en todos nosotros, tanto individual como colectivamente”. Por último, agradeció la presencia de los aficionados que se desplazaron hasta Aranda para apoyarlos.