La carrera de Japón ha comenzado bajo la lluvia, con la pista en condiciones muy delicadas y previsión de más agua en la siguiente hora. A pesar de ello, los pilotos han optado por el compuesto intermedio y pronto se ha visto que era arriesgado. Vettel se ha tocado con Alonso tras la salida y una enorme pieza de su Aston Martin ha salido volando para acabar empotrándose en el morro del coche de Gasly, que había arrancado desde el pit lane por sanción.

Tras el accidente de Carlos Sainz en la primera vuelta, el francés ha pasado por boxes para reparar su alerón delantero y al volver a la pista, sin apenas visibilidad, ha tenido que esquivar una grúa, en un escenario en el que una situación similar le costó la vida a su compatriota Jules Bianchi: "Dios, qué hace este tractor en la pista! Esto es increíble, inaceptable", ha clamado Gasly por radio, fuera de sus casillas. Después, ya con la carrera detenida con bandera roja, el piloto galo se ha bajado del coche con cara de pánico por el susto mayúsculo. "Podía haberme matado", le decía a su jefe de equipo. Intolerable.

La FIA ha puesto en marcha una investigación del incidente y ha anotado que la carrera estaba neutralizada con coche de seguridad cuando Gasly ha vuelto a pista y que el francés iba a gran velocidad para intentar alcanzar al grupo, destacando que superaba los 250 km/h bajo régimen de safety car. Lo cierto, sin embargo, es que sacaron la bandera roja solo dos segundos antes de que Gasly pasase junto a la grúa e incluso en algunos videos que circulan en redes sociales se aprecia que la grúa ya estaba en pista cuando pasaban otros pilotos.

El padre de Bianchi ha reaccionado a la peligrosísima situación en redes: "Esto no es respetar la vida de un piloto, es una falta de respeto a la memoria de Jules, increíble".