Nadie podrá reprocharle a Yago Iglesias que no lo haya intentado todo para cortar la sangría que sufre su equipo, sobre todo en la faceta defensiva. El técnico coruñés ha probado todas las combinaciones posibles en las líneas defensivas porque además ha dispuesto de los partidos de Copa RFEF para realizar todas las probaturas que ha necesitado.

En Carballiño optó por una defensa inédita en la que utilizó un acombinación muy distinta a la que venía utilizando hasta el momento en partidos anteriores. Dejó en el banquillo a Nahuel y Silva, que han sido sus carrileros preferidos, para dar entrada a Tibu y Prada que parecen pecar de lo mismo que sus compañeros: brillantes subiendo la banda, pero reacios a bajarla. Pereiro volvió al puesto de central y Rueda obtuvo la continuidad respecto al partido contra el Compos que, sin duda, se merece dada la precaria situación del equipo.

En la franja ancha del campo, Yago Iglesias optó por dos medios centros de carácter defensivo como son Juanan y Theo que no habían iniciado el partido juntos hasta ahora, además bien reforzados por un Caballé que también ayuda bastante en la recuperación.

Pero nada funcionó y ya en el primer gol, el orensano Manin se burló de la defensa rojiblanca, y en el segundo, Markitos llegó hasta donde quiso para ponerle en bandeja el segundo tanto a su compañero Germán, en prácticamente las dos únicas oportunidades claras del Arenteiro.