El Zamora CF desperdició la ocasión de respirar un poco de oxígeno en una temporada nefasta y también cayó derrotado en la Copa RFEF ante un Arenteiro que, sin hacer demasiado, se impuso por 2-1 a un rival que tan sólo jugó a rachas y que casi desapareció del campo en la recta final. Esta eliminación de la Copa puede ser la última oportunidad que ha tenido el entrenador Yago Iglesias para continuar en su puesto y habrá que ver si la directiva le da la oportunidad de volver a sentarse en el banquillo en Liga en la próxima jornada contra el Burgos.

El equipo de Carballiño se adelantó en el marcador en el minuto 25 con un despiste general de la defensa rojiblanca que permitió a Manin cogerle la espalda a los zamoranos y plantarse ante el meta David Troya para batirle por alto. El Zamora había desperdiciado poco antes una clara ocasión en la que marcó Caballé pero el árbitro señaló fuera de juego.

Tras el gol, el Zamora adquirió un poco más de profundidad y comenzó a canalizar su juego de ataque por la banda izquierda con Prada que llevó peligro y uno de sus centros lo aprovechó Pana para disparar pero el balón salió fuera ligeramente desviado. Pero fue en la banda derecha donde nació el gol del Zamora en una magnífica asistencia de Sancho a Caballé que marcó con un brillante gesto técnico el empate a un gol.

Tras el descanso, ambos rivales regresaron al campo con muchas precauciones y tardaron en decidirse a ir arriba. Yago Iglesias dio entrada en el campo a dos atacantes, Altube y Pau Miguélez, pero la capacidad ofensiva de los rojiblancos no mejoró. El Zamora tenía la posesión del balón pero una escapada de Marquitos por la izquierda terminó en un pase de la muerte para que Germán volviese a adelantar al equipo orensano (2-1) en el minuto 63. El Arenteiro estuvo a punto de marcar de nuevo en una escapada de Romay pero su lanzamiento lo sacó de la misma línea de gol Jesús Rueda.

Yago Iglesias también dio entrada a Dani Hernández, pero el nuevo cambio no tuvo efectos y el partido se fue muriendo con un Zamora impotente para forzar la prórroga.