El Zamora CF rozó el ridículo en su partido contra el Promesas en el que ambos rivales se cambiaron las tornas y el conjunto más joven terminó demostrando una enorme madurez para marcar cuatro goles a un rival que no supo qué hacer en ningún momento para evitar el eficaz juego al contraataque de los pucelanos.

Yago Iglesias, en el banquillo al comenzar el partido. | | EMILIO FRAILE

El fantasma del primer gol del domingo ante el Rácing Cantabria ya sobrevoló el Ruta de la Plata ayer en los primeros minutos cuando Cedrid no aprovechó de milagro un regalo de la defensa rojiblanca. Afortunadamente, en cuestión de escasos minutos el equipo de Yago Iglesias se sobrepuso a la presión de este nuevo comienzo titubeante y encerró al Promesas en su campo. No tardaron los zamoranos en reaccionar porque Viana dispuso de dos disparos desde dentro del área en los que no encontró puerta y una nueva llegada por la derecha terminó atrapándola Aceves, el portero pucelano.

Ander disputa el balón con los defensas pucelanos. | | EMILIO FRAILE

No se puede decir lo mismo, desde luego, del trabajo defensivo rojiblanco porque Chuki traía de cabeza a la retaguardia del Zamora y, entrando desde atrás sin que nadie le saliera al paso, disparó desde la frontal del área y el balón se estrellaba en el larguero ante el desconcierto general en las gradas del Ruta de laPlata.

Un espectacular lance en el partido de ayer. | | EMILIO FRAILE

El Zamora quería el balón y no tardaba nada en recuperarlo frente a un rival pertrechado atrás y aparentemente sin demasiados recursos para salir al contragolpe. Los rojiblancos presionaban muy arriba y parecían haber conseguido la necesaria serenidad en la retaguardia.

Un ataque a balón parado del Zamora CF. | | EMILIO FRAILE

Fueron minutos en que los de Yago Iglesias dieron una lección de cómo tiene que defender todo el equipo, con Alex y Dani muy atentos para recuperar en la primera línea. Pero duró muy poco la supuesta eficacia defensiva y cuando más tranquila parecía estar la cosa, un balón en profundidad permitió a Arroyo quedarse desmarcado ante Iricíbar para marcar a placer el primer gol, cuando corría ya el minuto 25.

La historia del domingo anterior se repetía y tocaba remontar. El pánico no cundió y el Zamora no cambió nada, Iglesias siguió confiando en su presión arriba y el Valladolid decidía ya definitivamente que no tenía ninguna prisa. Ander se encargó de llevar el juego por la derecha y su centro lo remató mal de cabeza Ribeiro en una clara ocasión.

Pero de nuevo todo se vino abajo, al escaparse Cedric por patas, para dejar que Diego Moreno entrase en el área y su pase de la muerte lo fusilaba Chuki en el 0-2 que ya era una losa demasiado pesada.

El Zamora no se resignó y siguió buscando la portería contraria, con numerosos avances e internadas, pero sin reperencias en el remate. Alex Ares lo intentó culminando una buena jugada de Dani Hernández, pero el meta Aceves tocó lo justo el balón para que no entrase en la portería, y el Valladolid volvía a demostra que su fuerte es la contra y Pozo se le escapaba a su marcador para obligar a Iricíbar a realizar otra gran intervención cuando ya se cantaba el tercer gol pucelano.

No realizó cambios Yago Iglesias al descanso y todo continuó igual en un principio con un Zamora volcado al ataque y con indudables ganas de hacerlo bien, y un rival pertrechado atrás que no pasaba demasiados apuros y esperaba otro regalo más que le permitiera cerrar el partido. Y ese regalo le llegó a Cedric pero no supo aprovecharlo disparando demasiado cruzado. Si lo aprovechó, poco después Pozo, con un balón muerto en la frontal del área que empalmó y entró en la portería tras tocar en un defensa zamorano descolocando al portero a solo tres minutos de la reanudación del encuentro.

El partido parecía terminado y lo cierto es que poco más dio de sí pese a que Manu Viana se hartó de subir la banda durante toda la segunda parte sin encontrar quien rematase sus centros y si lo encontraba, terminaban en las manos del portero pucelano. Además, cuando más clamoroso era el desacierto zamorano llegó lo que tenía que pasar: un nuevo balón robado, una nueva contra y el cuarto gol que marcaba Alemán para el filial pucelano.

Con este resultado, el Zamora se ve obligado ahora a mejorar bastante para afrontar el próximo domingo un partido que se presenta completamente distinto al de ayer, contra un Marino de Luanco que se está mostrando fuerte esta temporada y que le esperará en su campo dispuesto a seguir urgando en la herida del equipo rojiblanco.

Julio Baptista, el que fuera gran jugador del Real Madrid, continúa este año al frente del Valladolid Promesas y ayer se mostró sorprendido por le resultado final del encuentro, aunque no quiso desmerecer para nada al Zamora CF.

“El resultado es sorprendete pero es que nosotros fuimos muy efectivos. En la primera jornada no lo fuimos y acabamos perdiendo, en la segunda, fuimos un poco más prácticos y hoy, cada oportunidad la hemos concluido en gol”.

“Puede que la gente no entienda un marcador así -añadio Baptista- pero hay que dejar claro que en el otro lado había un gran equipo, y hoy nosotros hemos sido superiores. El Zamora es un gran equipo y seguramente va a estar arriba en la Liga. Tendrán tiempo para arreglar esto y nosotros para seguir así, somos un equipo muy joven, en crecimiento, y los jugadores van cogiendo experiencia y será muy importante para nosotros”.