Primoz Roglic ha tomado este miércoles la decisión que menos le agradaba. Y lo ha hecho tras consultarlo con el médico y la dirección del Jumbo. La estrella eslovena, que ha ganado las últimas tres ediciones de la Vuelta, decidió no tomar la salida en la 17ª etapa de la ronda española, después de la fuerte caída que sufrió el martes en la llegada de Tomares, cuando había atacado a Remco Evenepoel y se disponía a luchar por las bonificaciones con los velocistas de la carrera.

Aunque el corredor esloveno no sufrió ninguna fractura pasó la noche con muchos dolores, sin apenas dormir, y en una situación física que no le permitía seguir disputando la prueba y menos la etapa de este miércoles con final en alto, en el monasterio extremeño de Tentudía.

Un mazazo

El abandono supone un duro mazado tanto para el corredor, para la Vuelta y para el Jumbo, que no renunciaba a la victoria y que aspiraba al doblete después de conseguir el triunfo en el Tour con Jonas Vingegaard. La retirada alivia de presión a Evenepoel, a la vez que impulsa a Enric Mas, a la segunda plaza, aunque lo deja solo y sin un aliado como Roglic en la ofensiva final contra el jersey rojo. Asimismo, ahora Juan Ayuso, una de las grandes revelaciones de la carrera junto a Carlos Rodríguez, pasa a ocupar la tercera plaza de la general, en situación de podio, a los 19 años.