España cerró de la mejor forma posible la primera fase del Eurobasket, con una brillante victoria frente a Turquía (69-72), la cuarta en el torneo, que le garantiza la primera posición del Grupo A y un cruce, en teoría, mucho más asequible en los octavos de final que deberá disputar el sábado en Berlín, donde se disputará toda la fase final del torneo. La selección de Scariolo demostró su capacidad de reacción después del patinazo ante Bélgica para reivindicarse con dos victorias consecutivas frente a Montenegro y Turquía que disparan su confianza.

Frente al rival de mayor potencial en el grupo, España ofreció una gran imagen colectiva pese a la ausencia de un jugador fundamental como Rudy, al que Scariolo preservó por un golpe en la rodilla. Esa es su gran fuerza. Turquía cuenta con jugadores decisivos, como Osman, compañero de Ricky Rubio en los Cavaliers; Korkmaz, de los Sixers; el joven talento de los Rockets, Sengun, o Shane Larkin, el base del Efes. Pero la selección está aprendiendo a paliar sus debilidades con una apuesta por el colectivo y eso le permitió no solo plantar cara, sino marcar el ritmo en muchas fases de un partido que se decidió por detalles.

Amenazó de inicio Turquía con el talento de Osman, autor de tres triples en el primer cuarto, y también con las acciones de Sengun. Pero Willy Hernangómez se encargó de dar las primeras respuestas de la selección, que siguió trabajando muy bien en defensa como hizo frente a Montenegro.

No fue el único el pívot de los Pelicans. Su hermano Juancho y Brizuela les tomaron el relevo en ataque saliendo desde el banquillo. E incluso Sebas Sáiz tuvo sus minutos de protagonismo, encadenando un par de buenas acciones defensivas y también en ataque para llevar a la selección a irse con ventaja al descanso (34-38)

El liderazgo de Brown

Con la clasificación asegurada para los octavos, España jugó con mucha inteligencia, buscando el pase extra y siempre la mejor opción en ataque para devolver cada golpe de Turquía, que se movió mucho más por rachas., especialmente desde la línea del triple.

El buen criterio de Lorenzo Brown, cada día más asentado en los esquemas de Scariolo, y también de Díaz fue fundamental en la imagen pulcra de la selección, que consiguió mantener la concentración en defensa en la reanudación y no irse del encuentro, pese a que Korkmaz y Osman encadenaron varios triples en una nueva racha turca. Solo Larkin estuvo más apagado de lo habitual. Si en el primer tiempo fue Sáiz el que le dio un plus defensivo al equipo, en la segunda parte fue Garuba el que logró despuntar, sumando un par de robos que le permitieron finalizar dos contrataques y llevar la ventaja hasta los seis puntos al final del tercer cuarto (50-56).

De nuevo los triples dieron aire a Turquía, que arrancó el último parcial con un 7-0 de parcial para equilibrar el pulso (59-59, m. 35). Pero la selección mantuvo su solvencia en el tramo final con la consistencia de Willy Hernangómez bajo los aros, la anotación de López-Arostegui y Brown y también con la aportación defensiva de Alberto Díaz, clave en un robo a Larkin en un saque de fondo, a falta de 19 segundos, que resultó determinante para sellar el triunfo de la selección.