El camino del Real Madrid hacia su decimocuarta Champions fue tortuoso. Y el trayecto que le puede llevar a levantar la decimoquinta en Estambul ha arrancado de la misma forma. En un partido complicado y, sobre todo, cargado de malas noticias para un madridismo satisfecho por traerse los puntos de Glasgow, pero preocupado por la lesión de su único delantero y referente.

Comenzaba la defensa de la corona de la Champions el Real Madrid ante un rival vigoroso que alimenta su fútbol con el entusiasmo de su grada. "Cabeza fría y corazón caliente" pidió Ancelotti a los suyos en este arranque. Sus jugadores parecieron entenderlo, especialmente en el primer cuarto de hora. La pelota volaba en los pies madridistas, pero sin generar peligro. Y esa indolencia ofensiva animó a la parroquia local a empujar a los suyos, que comenzaron a generar peligro liderados por el japonés Reo, que llevaba la batuta en el despliegue vertical de los suyos.

Lesión de Benzema

A los 20 minutos el palo salvó a los madridistas con Courtois batido en un disparo de McGregor. Sin embargo, las alarmas se dispararon cuando Benzema se retiró tocado de su rodilla. Carletto apostó por Hazard para sustituirlo, lo que dejaba al Madrid sin 9. El panorama era más negro que la camiseta de los de Ancelotti. Y ahí el técnico insistió en la cabeza fría ante el vértigo de un Celtic que sobrepasaba a Tchouaméni con sus estampidas. Aún así, en el tramo final de la primera mitad Hazard falló una ocasión clamorosa y Vinicius desperdició un mano a mano ante Hart. La situación era inquietante en el césped, pero más aún fuera con la lesión de Karim.

La segunda parte comenzó también con malas noticias para Carletto, que al descanso tenía que retirar a un Militao tocado. Y a eso se sumaba un susto monumental en una oportunidad clarísima del japonés Maeda, que perdonó la vida a los blancos. La visita a Glasgow estaba saliendo muy cara al Madrid. Pero en el peor contexto los blancos recuperaron el balón para estabilizar el duelo mientras el Celtic iba perdiendo fuerza.

Y en una de esas fases Valverde aceleró un balón inocente y regaló un gol a Vinicius con un comba kilométrica desde la banda al corazón del área que el brasileño cruzó a la red. Cinco minutos después era Hazard quien superaba brillantemente la presión escocesa en una jugada con 34 pases en la que terminaba sirviendo a Modric, que anotaba el segundo con el brazalete puesto. Victoria apuntalada, la primera de Ancelotti en Celtic Park, que no lo había hecho antes ni como jugador ni como entrenador.

Con el viento de cara el italiano comenzó a mover el banquillo mientras su mediocampo seguía con un rondo que Kroos aceleró en un pase diagonal a un gran desmarque de Carvajal que sirvió a Hazard para que el belga la empujase. Carletto, una vez más, acertaba en la apuesta del relevo de Benzema tras su lesión. Eden se sacaba un peso de encima con su actuación y el Celtic bajaba definitivamente los brazos en un duelo que no se terminará hasta que no se conozca el alcance de la lesión de Karim.

Ficha técnica:

0 - Celtic: Hart; Juranovic, Carter-Vickers, Jenz, Taylor; O'Riley (Mooy, m.72), McGregor, Hatate (Turnbull, m.72); Abada (Maeda, m.46), Giakoumakis (Furuhashi, m.72) y Jota.

3 - Real Madrid: Courtois; Carvajal, Militao (Rüdiger, m.30), Alaba, Mendy; Tchouaméni, Kroos, Modric (Marco Asensio, m.80) ; Fede Valverde, Vinícius (Rodrygo, m.80) y Benzema (Hazard, m.30).

Goles: 0-1, m.56: Vinícius. 0-2, m.60: Modric. 0-3, m.77: Hazard.

Árbitro: Sandro Schärer (SUI). Amonestó a Maeda (63) por el Celtic; y a Mendy (10) por el Real Madrid.

Incidencias: encuentro correspondiente a la primera jornada de la Liga de Campeones, del Grupo F, disputado en el Celtic Park ante 60.000 espectadores.