El CD Villaralbo arrancó ayer su calendario de partidos amistosos de pretemporada con una victoria en Los Barreros al superar por 2-0 a La Cistérniga en el que fue el estreno de su nuevo técnico, Pablo Gil, en el banquillo azulón.

Fradejas protege el cuero de la entrada de un adversario. | Emilio Fraile

Con varios entrenamientos a sus espaldas, el nuevo CD Villaralbo se presentó ayer ante su afición. Con un equipo cimentado en la base del plantel que peleó por ascender a Tercera División pero cargado con caras nuevas llamadas a dar al grupo un aire distinto.

Pese a la lógica falta de ritmo competitivo al tratarse de su primer encuentro amistoso, el CD Villaralbo completó un muy buen partido ante su público. Un choque que encarriló a los quince minutos con un tanto de Fran Gemio a pase de Peralta, único acierto azulón en una primera mitad con ocasiones de gol por parte local suficientes como para alcanzar el descanso con más goles.

En la reanudación, el CD Villaralbo no bajó el ritmo. Ni siquiera los cambios, que permitieron gozar de minutos a todos los jugadores que Gil tenía disponibles, se dejaron notar en demasía y el bloque azulón sentenció la contienda con un buen tanto de Mario Cuadrado en el minuto 65.

La victoria supone un buen inicio para el proyecto de Pablo Gil, quien al término del partido se mostraba satisfecho más allá del resultado. “El marcador es lo de menos, lo importante es plasmar el trabajo de la semana en el campo”, apuntó, detallando: “ha sido un estreno con buenas sensaciones para ser el primer día en el que los automatismos están por pulir. Estoy satisfecho”.