Restan algo menos de dos meses para que el árbitro lance el balón al aire y de comienzo un curso más en LEB Plata para el CB Zamora. Sin embargo, si a día de hoy, el primer equipo del club tuviera que disputar un partido, podría hacerlo ya con un equipo con todas sus posiciones cubiertas. Un grupo con buenos mimbres que, en próximos días, puede ganar enteros con nuevos fichajes.

Saulo Hernández cuenta ya con un base, un escolta, un alero y dos pívots para afrontar un partido. Resulta curioso que se haya cerrado un hombre por puesto ya a estas alturas de la campaña, pero así es.

En el exterior, la renovación de Jacob Round permite contar ya con una de esas figuras indispensables para desarrollar el estilo que encandiló al público el año pasado. El escolta británico contará, además, a su lado con el “francotirador” Erikas Kalinicenko, cuyo rol el pasado curso fue determinante y que seguramente volverá a ser la gran amenaza del perímetro zamorano.

El base Pablo Marín es la gran novedad del CB Zamora lejos del aro. Por ahora, suya es la responsabilidad de dar sentido al juego y dar ritmo al partido. El andaluz llega para ocupar un puesto que el año pasado tuvo un alto nivel con Harris II y Marc García.

En el interior, el CB Zamora tiene atados ya a dos jugadores muy diferentes: por un lado está Pinda Traoré, sin apenas minutos el pasado curso y necesitado de una evolución en su juego que podría comenzar a dar rendimientos en la campaña 2022-2023; y, por otro, el hispano-neerlandés Morgan Stilma, fichaje de relumbrón que llega con vitola de ser un mimbre clave en la composición del nuevo equipo.

El cinco, a día de hoy, parece de garantías. Aunque, a buen seguro, cuando la pretemporada arranque y el bloque cuente con más jugadores, se podrá tener una perspectiva más acertada de las posibilidades que tendrá el CB Zamora en una competición tan complicada como es la LEB Plata. Eso sí, ilusiona que, a falta de muchas caras nuevas, haya un quinteto con el que empezar a soñar a dos meses vista de la liga.