El Descenso Internacional del Sella regresa hoy, tras dos veranos sin poder celebrarse debido a la pandemia del COVID-19, con una edición en la que varias leyendas de la prueba asturiana y vigentes campeones buscan repetir podio. Un cajón al que quieren subirse también las embarcaciones zamoranas, con varias de ellas entre los favoritos para brillar en el trayecto entre Arriondas y Ribadesella.

Con las localidades asturianas disfrutando desde ayer, con la recogida de los dorsales, del ambiente de las grandes citas, todos aguardan a que una vez el tren fluvial alcance su destino y suene el “Asturias, patria querida” se produzca el cañonazo con el que empiecen a surcar las aguas los palistas.

La atención, como siempre, está puesta en el K-2 masculino y la lucha por ser la primera piragua en llegar a meta. Una disputa en la que parten como principales favoritos los vigentes campeones, el leonés José Julián Becerro y el asturiano Miguel Fernández Castañón, que en la clasificatoria consiguieron hacerse con el primer cepo de la línea de salida.

Junto a ellos partirán desde Arriondas los franceses Quentin Urban y Jeremy Candy (campeones del mundo de maratón), que figuran en una nómina de candidatos a la victoria que completan la dupla Bouzán-Fernández Fiuza (ocho veces campeones de la cita) y el barco zamorano con Emilio Merchán y Luis Álvarez, que parten desde el octavo cepo.

En categoría femenina, donde se ha sorteado el orden de salida, Eva Barrios y Amaia Osaba parten de nuevo como favoritas en K-2 tras ganar en las últimas dos ediciones y lo harán seguidas de cerca por Tania Álvarez y Tania Fernández -segundas también en 2018 y 2019. Eso sí, la zamorana y su compañera parten con la desventaja de partir desde el décimo cepo de su categoría.

Mientras, en las canoas, la esperanza zamorana está en Carlos Vega, habitual en el podio de Ribadesella, que en la presente edición pasa de remar en solitario a participar en el C-2.