Ya ha pasado tiempo desde que el Zamora CF certificara su descenso a Segunda RFEF tras una mala temporada. Dos meses después, con todo digerido, aparece un rayo de esperanza, una pequeña opción de que el equipo rojiblanco pueda jugar en la tercera categoría del fútbol español, aunque, eso sí, es complicado.

A falta de siete semanas para que arranque la Primera RFEF, en la Federación Española hay preocupación porque de los cuarenta clubes participantes hay, al parecer, nueve que todavía no han certificado su presencia en la línea de salida de la Liga. Es más, según se publica en La Opinión de la Coruña (mismo grupo editorial que LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA) desde la Real Federación Española de Fútbol ya han contactado con varios de los clubes cuyos equipos descendieron al término de la temporada 2021-22 para conocer su predisposición de regresar a Primera RFEF en el caso de que se confirme que se queda coja.

En lo que se refiere al Zamora CF, que sería cuarto en la lista de repescados, aseguran que desde la institución que preside Luis Rubiales no han contactado con ellos para este fin, pero dejan claro que “si llega el caso, sí estaríamos dispuestos a aceptar esa plaza”.

 PROBLEMAS ECONÓMICOS

La causa principal por la que diferentes clubes se encuentran en problemas y todavía no han cumplimentado con todo lo que se les exige es de índole económico y es que son muchos los requisitos a cumplimentar como el cambio a hierba natural, un mínimo de potencia eléctrica y en el número de asientos, aunque este último apartado sí se dejó claro que se tendría manga ancha.

No obstante, existe otra razón más, que afectaría a entidades disidentes con la RFEF. Aunque no trascendieron nombres, en la Federación hay constancia de que son numerosos los que tienen problemas para afrontar el pago de las nóminas -no puede haber nada pendiente a partir del 31 de julio-.

En buena parte la principal responsable es la propia Federación, pues hace aproximadamente un año había transmitido a los clubes que cada uno percibiría alrededor de un millón de euros por los derechos de televisión, la realidad es que las cantidades que finalmente percibieron están entre los 250.000 y los 350.000 euros. Una mengua sustancial que perjudicó a numerosos clubes, pues fueron varios los que habían acordados contratos contando con ese millón que nunca recibirían.

Hace tres semanas, la RFEF decidió publicar una convocatoria con el fin de que los clubes de Primera RFEF dispongan de un anticipo de 12 millones de euros, con un máximo de 400.000 euros por equipo y sin intereses, dinero que procede de un Fondo de Contingencia, recientemente creado por la propia Federación. “Con estos 12 millones de euros que ahora se dedicarán a anticipos a cuenta, a devolver entre las próximas cuatro y ocho temporadas, según los casos, la RFEF aporta oxígeno financiero a la categoría, mostrando su apuesta por la misma y su disposición a que lo experimental de esta primera edición pueda ir consolidándose paulatinamente”, explicó la FEF en la convocatoria. El organismo que preside Luis Rubiales también matizó que estas cantidades “tienen que servir para abordar de modo preferente el pago íntegro de los salarios de todos los jugadores de la categoría”.

CLUBES DÍSCOLOS CON LA RFEF

Este préstamo no es bien recibido por una serie de clubes, especialmente por los considerados díscolos que crearon la Asociación de clubes de la Tercera Categoría Nacional (Dux Internacional de Madrid, Unión Deportiva San Sebastián de los Reyes SAD, CF Rayo Majadahonda SAD Real Balompédica Linense, Linares Deportivo y Real Unión de Irún). Estos clubes pretenden “defender los intereses comerciales de sus miembros”, para ello plantean una serie de medidas y una mayor participación en la organización de la competición. Desde la RFEF intentaron frenar la rebelión exigiendo a los clubes que disolvieran dicha asociación o no recibirían ayudas ni podrían competir la próxima temporada en esta competición. Así lo transmitió Andreu Camps a los representantes de estos clubes en una reunión celebrada hace tres semanas. Sin embargo, la respuesta de estos fue reclamar una mejora en la organización de la categoría, tanto en el aspecto deportivo como en el económico.

Si se mantiene la amenaza, la presencia de estos seis equipos en Primera RFEF corre peligro; a estos, además, habría que sumar algunos más que se encuentran con serios problemas para hacer frente al pago de sus nóminas hasta de que finalice el mes de julio.

Llegados a este punto, en el Zamora CF dejan claro que lo que deben hacer es esperar a que llegue el 18 de julio, día en el que finaliza el plazo para inscribirse en la categoría. A partir de ahí, se conocerán todos los detalles sobre esta división que es la antesala del fútbol profesional y desde donde cayó el Zamora CF., pero es cierto que una pequeña esperanza, sí que hay.