La selección española de baloncesto volvió a superar este viernes con contundencia a la de Macedonia del Norte en un partido que no tuvo historia porque se rompió al descanso, pero en el que consiguió los objetivos marcados por el técnico del equipo español, Sergio Scariolo, de ganar, divertir al público y dar un buen nivel.

Además, le sirvió como piedra de toque para los próximos compromisos, más difíciles, ante Georgia y Ucrania.

España, tal y como hiciera en el primer partido del grupo G cuando se inició el camino hacia la Copa del Mundo 2023, arrolló a la cenicienta del grupo y continúa invicta en su ruta a la clasificación para la cita mundialista.

La vuelta a la competición siempre es complicada, y más cuando los jugadores llevan más de un mes parados tras la finalización de las competiciones, pero "la familia" tuvo un regreso plácido producto de la intensidad de todos sus componentes en un encuentro en el que todo el mundo aportó y en el que acabó arrollando a una débil Macedonia.

Además, nadie bajó el pistón porque son conscientes de que de su rendimiento en estos encuentros depende formar parte de la lista que afrontará el cercano Eurobasket.

La defensa, uno de los valores innegociables de Scariolo, fue clave para que, en el segundo cuarto, España comenzara a marcar distancias.

La selección estuvo irregular en un primer parcial en el que acabó por delante pero de manera apretada debido a desajustes defensivos que permitían a su rival lanzar con cierta comodidad, especialmente los tiros de tres puntos.

El equipo macedonio, con un 44.44 % de efectividad en los triples y 9 puntos tras pérdidas hispanas, incluso llegó a ir por delante en el electrónico en un par de ocasiones aunque el combinado de Sergio Scariolo aprovechó su mayor fortaleza bajo los aros para equilibrar la situación y, con 14 puntos en la pintura, alcanzar el final de los primeros diez minutos con un ajustado 19-17.

Las dudas defensivas locales desaparecieron como por ensalmo en el intervalo entre el primer y segundo cuarto. España regresó al parqué mucho más centrada y olvidando los problemas que había evidenciado atrás.

Cerrando los caminos al aro y con una buena actividad de piernas consiguió que a Macedonia se le hiciera de noche. Los visitantes solo fueron capaces de anotar seis puntos en el segundo acto y España marcó un parcial de 26-6 que dejó el marcador en un contundente 45-23 y el partido sentenciado cuando se llegó al intermedio.

El conjunto español no bajó el pistón y liderado por un Sebas Sáiz que fue el MVP del partido con 19 puntos (8 de 9 en tiros de campo, 9 rebotes y 27 de valoración, siguió sin levantar el pie del acelerador para acabar gustándose, haciendo disfrutar al público y manteniendo el nivel hasta el último segundo.

Ficha técnica:


80 - España (19+26+17+18): Alberto Díaz (1), López-Aróstegui (-), Joel Parra (3), Pradilla (8), Sáiz (19) -cinco inicial- Sima (10), Barreiro (11), Bassas (7), Brizuela (7), Salvó (1), Jaime Fernández (7) y Yusta (6).


44 - Macedonia del Norte (17+6+8+13): Nikolov (7), Stojanovski (3), Jamimovski (14), Gjuroski (2), Krstevski (7) -cinco inicial- Mekic (3), Robev (2), Maslinko (-), Tashovski (-), Efremovski (-), Simic (6) y Stefanov (-).


Arbitros: Lucis (Letonia), Zapolski (Polonia) y Deman (Francia). Excluyeron por personales a Krstevski (m.38).


Incidencias: partido correspondiente a la tercera ventana de clasificación para el Mundial 2023 disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 6.112 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del Manolo Padilla, que fuera delegado de la selección española desde el Eurobasket de 1971 hasta los Juegos Olímpicos de 2000.